El Tetris es un videojuego de lógica originalmente diseñado y programado por Alekséi Pázhitnov en la Unión Soviética. Fue lanzado el 6 de junio de 1984 y su nombre deriva del prefijo numérico griego tetra- (todas las piezas del juego, conocidas como Tetrominós que contienen cuatro segmentos) y tenis, deporte favorito del autor. Sin embargo, hace unos días, se supo que luego de sufrir un episodio traumático se tiene que jugar a este videojuego.
Las palabras e imágenes suelen ser a veces un gran consuelo cuando ocurre algo trágico. Sin embargo, a veces no son suficientes. Emily Holmes es profesora de psicología en la Universidad de Uppsala, en Suecia, y estuvo a cargo de una investigación innovadora sobre el Tetris.
Un experimento que cambió el rumbo de todo
En 2005, Holmes realizó un experimento histórico y demostró que las imágenes son más poderosas que las palabras. Esta visión la llevó a desarrollar una terapia cognitiva basada en imágenes y un tratamiento digital altamente innovador para el trastorno de estrés postraumático con el videojuego Tetris y descubrió los beneficios de jugarlo.
"Si lo que queríamos era amortiguar la fuerza, por así decirlo, de la imagen del trauma, podíamos usar la tarea espacial visual concurrente para hacerlo", dijo la investigadora. Pero, por qué precisamente con Tetris, un viejo videojuego en el que diferentes bloques de formas y colores flotan por la pantalla y tienes que encajarlos a todos en su lugar.
"Esto fue a fines de la década de 2000 y en una de las reuniones semanales, a las que acuden nuestros estudiantes, uno de posgrado dijo: 'Hay de estos juegos gratuitos en los teléfonos, en estos días, que son como lo que estamos usando en el laboratorio, pero mucho más divertidos', indicó Holmes.
Sigue a prueba
Muchos profesionales, incluso la misma profesora de Psicología no creía que esto funcionara. Sin embargo, se puso a prueba la hipótesis en el mundo real, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas que sufrían un accidente llegaban al nosocomio media hora después. "Nunca habíamos hecho un estudio con esa brecha de tiempo, pero la primera vez que hicimos la intervención que diseñamos, las personas que jugaron a Tetris tuvieron recuerdos significativamente menos intrusivos del trauma una semana después que aquellos que no”, dijo la investigadora.
En otra faceta del experimento, en el laboratorio y con voluntarios, se sometió a un procedimiento que incluía ver películas traumáticas, pedirles que recordaran por un breve momento las imágenes perturbadoras y luego jugar Tetris, y después se les entregaba un cuaderno para que registraran memorias intrusivas mientras seguían con sus vidas normales. "Lo que encontramos fue que comparado con no hacer nada, nuestra intervención redujo significativamente el número de flashbacks", finalizó la investigadora.