El arte es una de las pocas disciplinas que le ha permitido a los seres humanos viajar en el tiempo. En los últimos días, una pintura de 1860 generó esta percepción y algunas teorías conspirativas fueron más allá e insinuaron que la tecnología existía en aquel entonces debido a que en 'La Esperada', la famosa pintura de Ferdinand Georg Waldmüller, una joven parece tener un teléfono celular.
En la pintura, la mujer se encuentra transitando un sendero de un bosque mientras un joven la corteja arrodillado con una flor. Ella, en el medio del camino, tiene su mirada fija hacia un objeto que sostiene entre las manos y más de una persona se preguntó si era un celular u algún elemento de la época.
¿Era realmente un teléfono celular?
En este contexto, el director ejecutivo de la agencia de arte 'Austrian-Paintings.at', Motherboard Gerald Weinpolter, opinó al respecto y se encargó de alejarse de todo tipo de conspiraciones, teorías y especulaciones. El experto en arte aseguró que se trata de un pequeño libro de oraciones acompañado por un rosario que se ve claramente en la obra.
“La niña en esta pintura de Waldmüller no está jugando con su nuevo iPhone X, sino que se va a la iglesia con un pequeño libro de oraciones en sus manos”, le dijo el especialista austríaco al New The York Post. El primero en percatarse de este detalle (o al menos en hacerlo público) fue Peter Russel, un fanático de arte oriundo de Escocia, que vio la pintura con su esposa en el museo Neue Pinakothek, ubicado en Munich, Alemania.
Producto de esto, Rusell abrió el debate con respecto a la pintura y la posibilidad de que 'La Esperada' esté sosteniendo un teléfono celular. El escocés remarcó: “lo que más le sorprende es cuánto un cambio en la tecnología transforma la interpretación de la pintura y, de alguna manera, ha aprovechado todo su contexto”. Por último, añadió: “No sería la primera vez que la esencia de un objeto inanimado en una representación artística de una época se transfigura a través de los filtros de nuestra hiperconectividad moderna”.