La tecnología avanza a pasos agigantados. Tal es así que le diremos adiós a los cajeros automáticos. El futuro está relacionado con las transacciones digitales que ocupan un espacio importante.
En 1967 apareció el primer cajero automático del mundo en Enfield, un pueblo al norte de Londres. Este operaba a través de un cheque impregnado de carbono 14, un isótopo radioactivo del carbono que se utilizaba para verificar la autenticidad del documento. El cliente lo introducía, marcaba un pin de cuatro números y el dispositivo le proporcionaba diez libras esterlinas.
Para poder utilizar los cajeros automáticos en la década de los setenta aparecieron las tarjetas plásticas. A partir de entonces, la expansión de la red de cajeros automáticos se propagó velozmente por todo el mundo, y hoy los dispositivos siguen evolucionando.
La transacción digital es el futuro
Según los especialistas, el futuro de los cajeros automáticos está en alinearse cada vez más con los dispositivos móviles. “Países como Noruega, China y Australia son buenos ejemplos de ello, donde la mayoría de las pequeñas transacciones se realizan de forma digital. Con la desaparición de las tarjetas físicas, los cajeros convencionales dejarán paso a una nueva tecnología: NFC o Near Field Communication (Comunicación de Campo Cercano)”, explicó.
Para realizar esto los celulares deberán contar con NFC y con alguna aplicación de pago o billetera digital, la cual tendrá que estar vinculada a la tarjeta o cuenta bancaria. De esta forma, las transacciones quedarán alineadas y podrán ser monitoreadas en cualquier lugar y momento desde un equipo, mencionó Sandormirsky.
Dentro de los retos más grandes de modernización y expansión de cajeros automáticos, Servibanca destaca que cada uno de sus dispositivos ha sido probados para certificar su correcto funcionamiento.
Los cajeros automáticos ya no serán parte del futuro ya que estos serán reemplazados por las transacciones. La tecnología no para de avanzar.