TRADICIONES

El significado verdadero de ver un gato negro

Aunque hoy existe toda una superstición alrededor de estos felinos, no siempre fue así. Distintas culturas le asignaron sus propios significados a estos animales.

Los gatos negros no tuvieron buena recepción durante varios siglos.
Los gatos negros no tuvieron buena recepción durante varios siglos.Créditos: Unsplash (Dzmitry Dudov)
Escrito en CURIOSIDADES el

Un gato negro (o de cualquier color) puede ser una fuente de ternura y compañía sumamente valiosa en cualquier hogar. Pero, como todos sabemos, cargan con una enorme superstición encima, que incluso puede ponerlos en peligro.

Ocurre que en distintas épocas y culturas, se consideró a los gatos negros como símbolos de mala suerte. Aún así, su significado varía según a qué civilización se le pregunte.

¿Qué significa ver un gato negro?

Comenzando por el Antiguo Egipto, los gatos negros eran sagrados dada su relación con el culto a la diosa Bastet. Por si fuera poco, se llegaba a venerarlos y se los consideraba de buena suerte y protección.

Pero no todas las culturas vieron así a estos animales. Las tradiciones hebreas y babilónicas los asociaban a la maldad, casi como una serpiente que acechaba el hogar. ¿Su significado para ellos? Peligro y mal augurio.

Los griegos veían a los gatos, en especial a los gatos negros, con otros ojos. Estos animales se mostraban a menudo con la diosa Hécate, asociada a la brujería, la magia y la hechicería. Algo similar a los nórdicos con los gatos y la diosa Freya.

En la Edad Media cambió toda esta percepción en Europa cuando la Iglesia tomó esta misma interpretación de los gatos negros, pero lo relacionó con algo necesariamente malvado: tales poderes eran malévolos y venían del Diablo.

Así fue como se promovió el significado de un gato negro con la maldad, que las brujas los tenían como compañeros de rituales y asociaciones similares.

Todo llegó a su punto máximo cuando el Papa Gregorio IX aseguró que los gatos negros eran la encarnación de Satanás, desatando una persecusión de estos animales. ¿La consecuencia? Las ratas se multiplicaron y propagaron la peste bubónica.