Desde el Istituto Italiano di Tecnologia un grupo investigadores creó una batería recargable y comestible, gracias a que está hecha de materiales que son parte de nuestra alimentación. Al estar hecha de material orgánico, es ideal para reemplazar a las baterías tradicionales porque cuenta con elementos que se encuentran en las almendras y cera de abejas.
Esta batería usa riboflavina (presente en las almendras, por ejemplo) como ánodo, quercetina (que se encuentra en cebollas, alcaparras y otros vegetales) como cátodo y carbón activado para ayudar en la conductividad,
El separador de ánodo y cátodo está hecho con alga nori; los electrodos fueron encapsulados en cera de abeja; los contactos de la batería están hechos de celulosa y oro (del tipo usado en pastelería, y autorizado para consumo humano).
Fuente: ITT
La batería cuenta con un voltaje de 0,65 voltios, y con una autonomía que por ahora se mide en minutos. Pero su diseño la hace ideal para ciertos usos en los que una batería convencional no es conveniente.
Es importante tener en cuenta que los investigadores señalaron que este tipo de batería no tiene la densidad energética necesaria para usar en un auto eléctrico, por ejemplo, pero consideran que es un excelente reemplazo para otras pilas y baterías de aplicaciones más acotadas.
Es una manera de encontrar fuentes de energía para usos específicos que sean amigables con el medio ambienten; en este caso, las baterías comestibles, una vez usadas, podrían simplemente asimilarse al cuerpo en el aparato digestivo, o se podría disponer de ellas con cualquier sistema de compostado ya que cuentan con material orgánico.
Los investigadores, no obstante, observan que todavía faltan años para lograr un diseño que pueda fabricarse en forma masiva.
Fuente: Istockphoto
Para quienes quieren cuidar el medio ambiente esta batería recargable es una buena opción ya que utiliza material orgánico y es comestible. Esto es un gran avance para la ciencia.