FRANCESCO LENTINI

El hombre de tres piernas existió de verdad; conoce la dura vida de Francesco Lentini

En la nota te encontramos la increíble historia de un hombre que nació con tres piernas. ¿Cómo fue para Francesco Lentini vivir siendo un enigma?

Francesco Lentini nació en 1989 en Sicilia, Italia
Francesco Lentini nació en 1989 en Sicilia, ItaliaCréditos: Wikipedia
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Si de curiosidades hablamos, hay cientos de teorías e historias que merecen ser contadas y nos traen respuestas. Hoy te contamos la dura vida que tuvo que atravesar Francesco Lentini, quien era conocido como "el hombre de las tres piernas". Nacido en Italia y radicado en Estados Unidos, Lentini.

A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX las rarezas eran el boom de los circos de la época. En ese ambiente las personas con alguna malformación genética eran exhibidas como un hallazgo impresionante a demostrar al mundo. Tal era el caso de la "mujer barbuda" o del chico que había nacido con un problema en el que sus  manos y pies que simulaban pinzas de langostas.

Francesco Lentini. Fuente: Captura de You Tube.

¿Quién era Francesco Lentini?

Francesco Lentini nació en 1989 en Sicilia, Italia. Era el quinto de dos hermanos, pero su nacimiento causó sorpresa y horror de vida que nació con tres piernas 16 dedos y dos genitales completos.

Es que en el embarazo Francisco Lentini se había fagocitado a su gemelo en el útero. De manera que su pierna extra salida del costado de su cadera derecha con un cuarto de pie sobresaliendo de su rodilla.

Con 4 meses de vida Francesco Lentini fue llevado a un especialista para evaluar la posibilidad de amputarla su tercera pierna. Sin embargo, en aquel momento la cirugía implicaba el riesgo de muerte o de parálisis.

Francesco Lentini tuvo una niñez escondida

Para resguardar lo que la gente pudiera hablar del Francesco Lentini creció escondido en su casa ubicada en Rosolini. Allí su madre cuidaba de él y no lo dejaba solo ni un momento.

Ocultado la mayor parte del tiempo, algunos pocos vecinos de la zona habían logrado verlo y le habían puesto de apodo "El pequeño monstruo".

Desde chico, Francesco Lentini tuvo que lidiar con las burlas y la crueldad humana. Tal es así que su familia decidió enviarlo a vivir con una tía en Estados Unidos.

Francisco Lentini y su nueva vida en Estados Unidos

Tras viajar en barco desde Italia a Estados Unidos  escondido en su camarote por dos meses, Francesco Lentini recibió una oferta laboral de un productor de espectáculos llamado Giuseppe Magnano.

En realidad, el padre de Francesco es quien recibió la oferta y el signo peso fue suficiente para lucrar con la vida de su hijo. De esta manera, comenzó a trabajar en un circo.

Allí nuevamente volvió a sufrir los murmullos de horror y de risas de la gente. Si bien se había mudado cientos de kilómetros evitando las miradas intrigantes de la gente, nuevamente tenía que vivir este trauma, pero ya no más escondido sino que desde un escenario.

Tal es así, que en apenas un año Francesco Lentini fue catalogado como uno de los artistas más importantes del famoso circo "Ringling Brothers".

"El siciliano de tres patas" era el apodo adoptado en Estados Unidos donde se convirtió en una figura de los espectáculos de la época.

Francesco Lentini realizaba hazañas con su tercera pierna como patear una pelota de fútbol o saltar la cuerda. Con su carisma y una personalidad única logro transformar su desgracia en su motivo de éxito.

Con el correo del tiempo, Francisco hizo una gran fortuna como estrella de los circos y cuando este tipo de espectáculos circenses cayeron él siguió demostrando sus habilidades de manera individual.

Su vida personal

A nivel personal, Francesco Lentini se casó con una actriz llamada Theresa Murray con quién tuvo cuatro hijos. Sin embargo, luego de 30 años de casados se divorciaron en el año 1935. Allí Francesco Lentini inició un romance con Helen Shupe.

Francesco Lentini falleció a sus 77 años de vida por causa de una insuficiencia pulmonar. Conocido como "el hombre de las tres piernas" no tuvo una vida fácil pero supo sacarle provecho a las dificultades para transformarlas en habilidades. Sin dudas fue un ejemplo de hombre, como hay tantos otros.