LIMPIEZA

¿Cada cuánto tiempo debemos cambiar la esponja para lavar trastes y por qué motivo?

Descubre qué dice la ciencia sobre la vida útil que tienen estos artículos de higiene del hogar.

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Por este motivo debes cambiar la esponja de lavar trastes.Fuente: Pexels
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La esponja para lavar trastes es un elemento indispensable en prácticamente todas las cocinas. Pero puede que hayas notado que muchas veces no le prestamos la atención necesaria para su correcto mantenimiento y reemplazo.

La mayoría de las personas tiende a creer que, si la esponja se mantiene en contacto con el jabón, está limpia, lo que lleva a cambiar este producto solo cada tres o cuatro meses, o incluso cuando ya está visiblemente desgastada.

¿Por qué es importante cambiar las esponjas?

Estudios científicos de la Universidad Justus Liebig de Giessen, en Alemania, han confirmado que las esponjas usadas contienen una gran cantidad de bacterias que pueden causar enfermedades.

Tu esponja puede causar enfermedades si no la cambias regularmente | Fuente: Pexels

De hecho, resaltaron que las estos productos de cocina usados pueden albergar más bacterias que un retrete. En el estudio, se encontraron cinco de los diez grupos más comunes de bacterias patógenas, capaces de ocasionar infecciones.

Esto se debe a la consistencia porosa de las esponjas y su exposición constante al agua, lo que las convierte en incubadoras ideales para microorganismos, responsables del desagradable olor a humedad.

¿Con qué frecuencia se debe cambiar la esponja?

El tiempo de vida puede variar según su material y los hábitos de uso. Sin embargo, la Universidad de Sonora, basándose en diversos estudios, recomienda cambiar cada 15 días este artículo de limpieza para evitar infecciones y enfermedades.

Descubre cada cuánto tiempo debes cambiar tu esponja para lavar los trastes | Fuente: Pexels

Por otro lado, expertos de la marca Scotch-Brite sugieren que la necesidad de cambiar no depende tanto del tiempo, sino de ciertas señales que indican su desgaste, tales como:

  • La fibra se separa.
  • Ha perdido su color original.
  • Se ha deformado o se siente muy suave.
  • Aparecen bolitas o rollitos en la fibra.
  • Tiene mal olor.
  • Sensación pegajosa al tacto.
  • Puntos negros o blancos.

Para prolongar la vida útil de una esponja y reducir la proliferación de bacterias, los expertos en higiene recomiendan desinfectarla una vez por semana. Un método eficaz es sumergirla en una mezcla de agua y cloro en una proporción adecuada durante al menos cinco minutos.

Posteriormente, se debe enjuagar muy bien con agua para eliminar cualquier residuo de cloro. Este procedimiento ayuda a evitar la proliferación de hongos y bacterias dentro de la esponja, manteniéndola más higiénica y segura para su uso.