Es normal que al hablar gesticulemos, acompañando nuestras palabras con movimientos de manos que, aunque a veces parecen automáticos, en realidad tienen un impacto profundo en la comunicación, al igual que hablar con las manos en los bolsillos y su significado.
Ya sea en conversaciones informales o durante presentaciones más formales, estos gestos juegan un papel crucial en la forma en que se percibe lo que decimos. Pero, ¿qué significa realmente mover las manos al hablar? ¿Qué efecto tiene en quien nos escucha?
¿Por qué movemos las manos al hablar?
Según la psicóloga evolutiva Gillian Forester de la Universidad de Londres, los humanos somos criaturas naturalmente gestuales. Ella explica que esta tendencia a mover las manos tiene raíces evolutivas profundas.
Durante los primeros estadios de nuestra evolución, los movimientos de manos y boca estaban íntimamente ligados a la alimentación. Por ejemplo, cuando tomábamos algo con las manos, la boca se preparaba para recibirlo, un vínculo que permanece en el cerebro humano.
Las áreas que controlan tanto las manos como la boca están muy conectadas, lo que sugiere que mover las manos mientras hablamos es una extensión natural de esa conexión antigua.
Lo interesante es que este hábito de gesticular no se limita a la comunicación cara a cara. La doctora Susan Goldin-Meadow, de la Universidad de Chicago, destaca que incluso las personas ciegas desde el nacimiento, que nunca han visto a nadie mover las manos al hablar, tienden a hacerlo.
Este fenómeno indica que los gestos no son solo para que los demás nos vean, sino que también tienen un rol en cómo organizamos y expresamos nuestras ideas.
¿Qué efecto tienen los gestos con las manos en el oyente?
Mover las manos al hablar no solo ayuda a quien está comunicando a organizar sus pensamientos, sino que también genera un impacto notable en quienes nos escuchan.
Un artículo publicado en Forbes señala que las personas que gesticulan con mayor frecuencia suelen ser percibidas como más carismáticas y confiadas.
Este tipo de lenguaje corporal añade dinamismo a la conversación, lo que hace que el oyente se sienta más atraído por el mensaje.
En cambio, una persona que apenas mueve las manos al hablar podría ser vista como más tímida o reservada, lo que podría disminuir la conexión con el receptor.
¿Qué significan los gestos con las manos?
El tipo de gestos que realizamos también tiene un significado propio. La especialista en lenguaje corporal Mara del Olmo ha estudiado estos movimientos y ha identificado algunos patrones comunes:
- Unir las puntas de los dedos: este gesto suele transmitir confianza y seguridad. Sin embargo, dependiendo del contexto, podría ser visto como un signo de arrogancia.
- Mostrar las palmas de las manos: tener las palmas abiertas es un símbolo de transparencia y honestidad, indicando que la persona no tiene nada que ocultar.
- Cerrar el puño: este gesto puede reflejar nerviosismo, frustración o la sensación de estar ocultando algo.
- Entrelazar los dedos: generalmente, este movimiento indica inseguridad o incomodidad, una forma sutil de protección emocional.
- Agarrarse las manos: un claro signo de nerviosismo o vergüenza, que refleja el deseo de autoprotección en situaciones de estrés.
¿Es necesario mover las manos para comunicar mejor?
Aunque los gestos no son esenciales para una buena comunicación verbal, sin duda aportan un nivel extra de profundidad y claridad al mensaje.
Los gestos no solo complementan lo que decimos, sino que también refuerzan la emoción detrás de las palabras. Esto permite que el oyente no solo escuche el contenido, sino que también perciba las emociones que acompañan la conversación.