¿Comiste algo que ‘olía medio raro’ pero igual lo consumiste porque ya estaba servido? Bueno, si después de eso tu estómago empezó a sonar como banda de guerra, probablemente te intoxicó la comida y más si son alimentos procesados.
La intoxicación alimentaria no avisa con elegancia. De repente estás bien y al rato ya estás abrazando el baño, pidiéndole perdón por todos tus pecados. Pero calma, no todo está perdido: hay formas de recuperarte y aquí te las compartimos.
¿Por qué te puedes intoxicar con la comida?
Las intoxicaciones alimentarias ocurren cuando comes alimentos contaminados con bacterias, virus, parásitos o toxinas. Y no, no tiene que ser comida callejera (aunque ahí a veces hay más riesgos), también pasa con comida mal refrigerada, productos caducados o incluso algo que parecía bien pero estuvo mal cocido.
Entre los culpables más famosos están la Salmonella, E.coli, Listeria y el norovirus. A veces ni te das cuenta que algo estaba mal porque no huele feo ni se ve raro. Así que sí, esa ensaladita ‘fitness’ o ese pollito ‘medio jugoso’ también pueden traicionar.
¿Cómo saber si un alimento podría intoxicarte?
Aquí va el olfato, la vista y un poquito de sentido común:
- Huele raro o fuerte: si un alimento huele distinto a como normalmente lo hace, no te arriesgues. Si dudas, mejor ni lo pruebes.
- Tiene una textura extraña o babosa: por ejemplo, si el jamón parece más gelatinoso que un flan… ¡huye!
- Cambio de color: carnes que se ven grises, frutas que ya están medio cafés o con manchas sospechosas, no son buena señal.
- Envases inflados: si una lata o empaque está hinchado, puede ser por bacterias produciendo gas. Básicamente, es una bomba tóxica con envoltura.
- Está fuera del refrigerador por muchas horas: comida con mayonesa, salsas, carnes o mariscos no perdonan el calor. Si estuvieron afuera mucho tiempo, ya son territorio hostil.
Si algo no se ve, huele o se siente bien… no lo comas ‘por no desperdiciar’. Mejor desperdicia eso que tu salud, ¿no?
¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación?
Cuando una comida te cae mal con ganas, tu cuerpo empieza a lanzar señales como las siguientes:
- Dolor de estómago
- Náuseas y vómito
- Diarrea
- Fiebre y escalofríos
- Malestar general y debilidad
Los síntomas pueden aparecer unas horas después de comer o incluso al día siguiente, dependiendo del tipo de bacteria que te tocó, de acuerdo con Mayo Clinic.
¿Qué hacer si te intoxicaste con la comida?
- Primero, no entres en pánico. La mayoría de las intoxicaciones se pueden manejar en casa con cuidados básicos.
- Hidrátate como si no hubiera un mañana: Agua, sueros, caldito ligero, lo que sea para reponer lo que estás perdiendo.
- Descansa: Tu cuerpo está en modo ‘modo guerra’, así que dale chance de recuperarse.
- Evita lácteos, comida grasosa y cosas muy pesadas por unos días.
- No tomes medicamentos antidiarreicos sin preguntar al doctor. A veces necesitas sacar todo lo malo, no taparlo.
- Si los síntomas no mejoran en 48 horas, hay sangre en las evacuaciones o tienes fiebre muy alta, ve al médico sí o sí.
Así que no subestimes el poder de un buen suero y una cobija. Y sí, ya aprendiste la lección: no más sushi del refri que lleva una semana ahí ‘guardado para después’.