¿Eres del club de los que abren una botellita de agua mineral como si fuera champaña? No estás solo. Cada vez más gente prefiere esas burbujitas mágicas que hacen “pssst” al abrirse. Pero, aunque parezca la bebida elegante de los que no quieren tomar soda pero tampoco agüita simple, vale la pena preguntarse: ¿es tan buena como parece?
Antes de seguir brindando con agua con gas, vamos a echarle un vistazo a lo que realmente pasa en tu cuerpo cuando tomas agua mineral. Porque sí, puede parecer inocente, pero hasta el agua puede tener su lado oscuro.
¿Y cómo está elaborada el agua mineral?
El agua mineral no es cualquier agüita de la llave que alguien metió en una botella y le sopló con un popote para hacer burbujas. No, no. Esta agua viene de manantiales naturales o fuentes subterráneas y, como su nombre lo dice, está cargada de minerales.
Entre los que más destacan están el calcio, magnesio, sodio, bicarbonato y hierro, dependiendo de dónde provenga. A veces, el gas es natural, y otras veces se le añade dióxido de carbono para lograr ese toque chispeante que tanto amamos.
Lo bueno y lo no tan bueno de tomar agua mineral
Vamos con lo bueno primero:
- Hidratación con estilo: sigue siendo agua, así que te hidratará como cualquier otra.
- Minerales para el cuerpo: puedes obtener un extra de calcio y magnesio, que no está nada mal si no comes muchos vegetales o lácteos.
- Menos aburrida que el agua natural: esas burbujas hacen que hasta tomar agua se sienta como una fiesta en tu boca.
- Aliada contra la indigestión: algunas personas sienten alivio estomacal con el agua mineral, especialmente si es rica en bicarbonato.
Ahora lo menos cool
- Demasiado sodio: algunas marcas tienen altos niveles de sodio, así que ojo si tienes presión alta o quieres evitar retener líquidos.
- Gases no tan simpáticos: sí, te puede hacer eructar como si hubieras tomado una cerveza o provocarte gases... y no todos los momentos sociales son ideales para eso.
- Puede dañar el esmalte dental: si la tomas todo el tiempo y en grandes cantidades, ese ácido carbónico puede desgastar un poco tus dientes.
¿Y si me la paso tomando agua mineral?
Pues si te tomas dos o tres botellas al día, todos los días, podrías empezar a notar algunos efectos. Por ejemplo, acumulación de gases (hola, pancita inflada y eructos sin glamour), o incluso problemas con los riñones si estás tomando una con demasiado sodio constantemente. Y si eres de los que ya tiene problemas estomacales, algunas aguas minerales pueden irritarte más que ayudarte.
Así que ya lo sabes, puedes disfrutar tu agüita con burbujas sin culpa, pero como todo en esta vida, con moderación.