Las canas son una de las principales señales del envejecimiento de las personas desde el principio de la historia. Los hombres históricamente las han aceptado más, aunque las mujeres -producto de los cánones de belleza de cada época- han luchado contra ellas.
Hay una serie de mitos y verdades sobre ellas que con el paso del tiempo la ciencia se encarga de aclarar. Una verdad a medias es que lo más normal es que las personas pierdan la melanina del cabello debido al paso del tiempo, pero decimos que es una 'verdad a medias' debido a que las persónas jóvenes también lo pueden sufrir.
Cada persona tiene su ritmo para que le surjan las canas debido a que la capacidad de producir melanina varía por diferentes razones biológicas vinculadas con el ADN. Por lo tanto, la edad es un factor importante, aunque no es determinante para que surjan los cabellos blancos.
Por otra parte, un importante mito vinculado con las canas es que si arrancamos una crecerán más como cuando le cortaban la cabeza al personaje mitológico de la Hidra de Lerna. Esto es falso porque si alguien corta una cana crecerá otra en su lugar debido a que el folículo (donde nace el cabello) ya es canoso.
Un importante mito es el que anuncia que el cabello con canas crecen más rápido y con mucha más fuerza que un pelo tradicional. Según las investigaciones, el cabello canoso puede aumentar su longitud a mayor velocidad. O sea, puede ser más largo, pero no crecerá más rápido.