El congelador tiene una noble función en nuestro hogar y que, aunque no lo creas, beneficia a nuestra salud. Es que nos permite extender la vida útil de cualquier alimento que compremos y no vayamos a consumir en el momento o que bien hayamos cocinado y tengamos sobras para comer otro día. Al trabajar exclusivamente con comida, es normal que acumule mal olor. Y para combatirlo, es que muchas personas están acudiendo al truco del bicarbonato de sodio.
Especialistas aseguran que el mal olor en el congelador se origina a partir del almacenamiento de alimentos en envases mal cerrados o sellados. Por lo tanto, los aromas de cada platillo o comida cruda, converge en un espacio diminuto y casi hermético.
Por suerte, existe un truco infalible para quitar este mal olor: el bicarbonato de sodio. Aunque, debemos acompañarlo de una eficiente limpieza.
¿Cómo usar bicarbonato para quitar el mal olor del congelador?
Para este truco doméstico, lo primero que debemos hacer es vaciar el congelador en su totalidad, guardando los alimentos congelados en una nevera portátil para que no pierda su frío. A continuación, será necesario revisar si hay alimentos en mal estado que causen el mal olor.
Luego desconectar el congelador para hacer la limpieza eficiente. En caso que se trate de un artefacto antiguo, seguramente habrá acumulado placas de hielo en su interior, la cual debemos de quitar con una pequeña pala, evitando golpear o raspar con fuerza las paredes. También debemos utilizar un secador y papel de cocina que absorba el agua que cae.
Después será momento de limpiar todos los compartimentos del congelador que puedan desmontarse, como las clásicas rejillas. Eso deberá ser lavado con agua y jabón.
En simultáneo colocaremos dentro del congelador una mezcla de bicarbonato con agua tibia. El bicarbonato es muy eficaz para la limpieza y también para eliminar el mal olor. Por ello, se recomienda aplicar la mezcla en todo el congelador y frotar con ayuda de un paño.
A continuación, retiraremos todo el producto con un trapo húmedo y después secaremos con uno limpio y seco. Cuando el congelador esté completamente seco, puedes volver a llenarlo de comida y encenderlo de nuevo. Así, el mal olor se habrá ido.