El baño es uno de los espacios del hogar que más bacterias, gérmenes y virus acumula. La limpieza de las piezas de cerámica, grifos y azulejos, entre otros objetos, es indispensable porque ayuda a evitar la aparición de esos maleantes que afectan la salud.
En la misma sintonía, los expertos indican que también es importante para proteger la humedad que daña las paredes y el techo. En conclusión, hay que dedicar un buen tiempo al baño y uno de los objetos más olvidados por las personas son las escobillas.
Este pequeña pieza se utiliza en el inodoro y debe ser incluida en la hora de la limpieza porque, sino, se forma moho alrededor. La mejor manera de es dejar impecable el cepillo mientras desinfectas el retrete y frotas bien la taza.
Sin embargo, no es lo único que debes hacer si quieres que el artículo dure más tiempo y no implique un riesgo de salud. La limpieza del objeto debe hacerse con una periodicidad semanal porque se transforma fácilmente en un nido de gérmenes.
Aprende a desinfectar y limpiar la escobilla del baño
La herramienta de limpieza se moja siempre y, encima, está en contacto con las heces. Si no la desinfectas, aparecerá moho. Lo ideal es comprar la escobilla correcta, una que quede suspendida en el soporte y no tocando el fondo, donde se acumula el agua.
En caso de que ya tengas una escobilla con ese defecto, debes escurrirla bien tras el uso. Para esto, debes ponerla de lado sobre la taza, con el cepillo hacia dentro para que gotee y se seque. El truco consiste en bajar el asiento para que quede inmóvil.
Por otra parte, para lavarla debes llenar el escobillero con agua caliente y jabón. Después, tienes que agitar la escobilla en el agua y lavarla en el inodor. Por último, echa agua limpia sobre la pieza y repite el proceso con agua fría y lejía.
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