Los gatos, adorables desde la infancia hasta la vejez, capturan corazones sin importar la edad. En chismecito.mx, exploramos cómo lucen estos felinos en su tercera edad y cómo garantizar su felicidad.
Desde sus primeros días, llenos de curiosidad y energía destructiva, los gatos aprenden de sus madres y la interacción con su camada y las personas. A medida que crecen, experimentan cambios físicos, hasta en su pelaje.
A los 10 años, un gato se considera anciano. Antes, la expectativa de vida era limitada, especialmente para los gatos callejeros. Sin embargo, con la adopción en aumento, se ha triplicado su esperanza de vida hasta los 20 años.
Cuando los felinos envejecen, sus comportamientos cambian. Se vuelven más vocales, tranquilos y tímidos. Dormirán más y caminarán en forma más pausada. Cuidar a un gato anciano implica atender sus necesidades específicas.
Cuidados a tener en cuenta con los gatos viejos
Consultar al veterinario es fundamental, al igual que ubicar los platos de comida a una altura cómoda y colocar el arenero cerca para facilitar su acceso. Evitar los escalones y controlar la alimentación, son pasos esenciales.
La dieta de un gato anciano puede requerir cambios, como la transición de alimentos secos a húmedos. Es esencial seguir las indicaciones del veterinario para garantizar la salud del minino.
El ejercicio moderado es beneficioso, pero evita actividades intensas. Coloca su cama cerca de la tuya para un fácil acceso y presta atención a la calidad de su pelaje y posibles problemas de visión, los primeros signos de la vejez.
Los gatos más jóvenes, deben hacer rutinas de ejercicio desde temprana edad. Asegura una vida más saludable, con un cuidado atento y amoroso, garantizando que los felinos disfruten toda su vida.