FENG SHUI

Lo dice el Feng Shui: estas cosas quitarán la energía de tu habitación

De acuerdo al Feng Shui, existen algunas cosas de la habitación que causarán energía negativa.

Estas son las cosas que no deberás tener en la habitación.Créditos: Pexels
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El Feng Shui es una técnica milenaria asiática, de origen taoísta, que tiene como objetivo ayudarnos a reordenar algunas cosas para aprovechar la energía de estos objetos y conseguir acciones positivas. En este caso, dicha filosofía nos servirá de base para la distribución armónica de los objetos que tenemos en nuestra habitación. Es por ello que resulta fundamental conocer cuáles son las 3 cosas que nos perjudicarán.

Sabemos de la importancia que tiene la habitación en cada casa ya que se trata del lugar en donde pasamos más horas, debido a que, por ejemplo, dormimos por las noches y en algunos casos durante la siesta. Este lugar de descanso tendrá que ser un ambiente en el que te sientas a gusto. Y para que eso suceda debemos tener en cuenta los consejos de la técnica asiática, para que la armonía espiritual juegue a nuestro favor.

Habitación. Foto: Pexels

3 cosas que traerán mala energía a tu habitación

1- Según el Feng Shui, dentro del dormitorio se recomienda evitar un comportamiento que es normal y trascendental. Se trata de los objetos rotos o que no funcionen. Cuando tengamos esto, debemos tirarlo a la basura debido a que atraen a las malas energías.

2- En el dormitorio debemos tener cuidado con la ubicación de los espejos (algo que también repercute en el hogar y lo podremos replicar). El espejo no se debe colocar en espacios obstruidos o frente a la cama o a las puertas. Por eso se debe tener mucho cuidado a la hora de colocar espejos sobre todo en la habitación, ya que dormir frente a él resulta algo muy malo. Incluso, los postulados de esta teoría aseguran que son los causantes de las pesadillas.

Habitación. Foto: Pexels

3- Por último, según el Feng Shui, la habitación deberá poner énfasis en su color. Para no atraer una energía mala, se sugiere usar tonos fríos porque absorben la luz natural y generan como resultado una atmósfera sombría, apagada y triste. En contraposición, sugiere los cálidos.