La mala costumbre de morderse las uñas, conocida como onicofagia, es una práctica que afecta a muchas personas, especialmente en situaciones de estrés o ansiedad.
Sin embargo, dejar de hacerlo puede ser un desafío para quienes sufren de este hábito compulsivo. Un nuevo estudio ha revelado una sencilla pero efectiva estrategia para reducir este comportamiento no deseado: el "reemplazo de hábitos".
Con este truco lograrás dejar de comerte las uñas
El reemplazo de hábitos consiste en sustituir una conducta no deseada por otra más saludable.
En el caso de morderse las uñas, se aconseja a las personas que toquen su piel suavemente, frotando ligeramente las yemas de los dedos, la palma o la parte posterior del brazo, al menos dos veces al día.
Esta técnica fue probada en un estudio con participantes que padecían tricotilomanía, una condición en la que las personas responden al estrés arrancándose el cabello o mordiéndose las uñas.
Los resultados del estudio fueron alentadores, ya que el 53% de los participantes logró reducir su comportamiento no deseado en tan solo seis semanas. Específicamente, aquellos que se mordían las uñas obtuvieron mayores beneficios.
Esta técnica no prohíbe la conducta no deseada, sino que la reemplaza por una más benigna. Otros enfoques para corregir comportamientos repetitivos, como el desacoplamiento y el entrenamiento de inversión de hábitos, también son útiles.
Para quienes buscan dejar de morderse las uñas, existen otras técnicas disponibles, como la terapia cognitiva conductual y, en algunos casos, el uso de medicamentos antidepresivos.
Cada persona puede responder de manera diferente a los tratamientos sobre comportamientos, por lo que es esencial encontrar la técnica adecuada que funcione para cada individuo.
La investigación sobre el reemplazo de hábitos es una "prueba de concepto" que necesita más confirmación, pero ofrece una opción prometedora para abordar este hábito compulsivo y otros comportamientos repetitivos centrados en el cuerpo.