SALUD

No lo creerás: estas enfermedades puedes contraer si te bañas en una piscina pública

Si estás buscando un lugar donde refrescarte, ten en cuenta las medidas de prevención para evitar estos patógenos.

Aunque puedan ser refrescantes, las piscinas públicas también pueden encerrar peligros.
Aunque puedan ser refrescantes, las piscinas públicas también pueden encerrar peligros.Créditos: Unsplash. Autor: Raphaël Biscaldi
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En la temporada de calor, las piscinas y centros de ocio acuáticos se convierten en refugios populares para escapar de las altas temperaturas. Sin embargo, es importante estar consciente de que sumergirse en aguas recreativas no está exento de riesgos.

Es que estas actividades nos exponen a diversas enfermedades infecciosas. A pesar de la diversión y el alivio que ofrecen, piscinas, spas, jacuzzis, lagos, ríos y océanos pueden ser caldo de cultivo para microorganismos patógenos.

En España, por ejemplo, existen más de 1.2 millones de piscinas privadas y más de 70,000 piscinas de uso público, todas ellas requiriendo una vigilancia constante para prevenir la proliferación de microorganismos dañinos.

Todas estas enfermedades acechan en las piscinas públicas

Entre estos patógenos, se encuentran pseudomonas, protozoos, estafilococos, estreptococos fecales, coliformes fecales, como la conocida Escherichia coli, y norovirus, e incluso la temida legionela que puede aparecer en piscinas climatizadas y spas.

Un informe de Estados Unidos entre 2015 y 2019 reveló que más de 3,600 personas enfermaron por exposición a aguas mal desinfectadas en piscinas y parques acuáticos, lo que resultó en hospitalizaciones y, trágicamente, trece muertes.

En concreto, la presencia de Escherichia coli en el agua es un indicador alarmante de contaminación fecal y conlleva al cierre inmediato de la piscina para desinfectar.

La Pseudomonas aeruginosa, un patógeno común en piscinas, puede causar problemas de salud graves como la foliculitis de la bañera y el oído de nadador.

Además, protozoos intestinales como Giardia duodenalis y Cryptosporidium, son responsables de la mayoría de las enfermedades gastrointestinales transmitidas por agua contaminada y alimentos.

Para mantener las aguas de piscina seguras, se utiliza el cloro como desinfectante, que ataca a las bacterias en el agua. Sin embargo, los nadadores también desempeñan un papel importante en la seguridad del agua.

Esto se debe a que cada nadador debe evitar nadar mientras estén enfermos, no orinar en el agua y ducharse antes de ingresar a la piscina.

Además, la prevención es clave al evitar la exposición a aguas no controladas como ríos y lagos, donde enfermedades y parásitos como Cryptosporidium pueden estar presentes.