La flacidez es una preocupación frecuente a medida que envejecemos, pero existen métodos para enfrentarla. A continuación, te presentamos 3 ejercicios que pueden contribuir a mantener la firmeza de tu cuerpo incluso después de los 50 años.
¿Cuáles son los ejercicios que ayudan a combatir la flacidez a los 50 años?
Yoga
Esta milenaria práctica hindú es reconocida por su capacidad para mejorar la flexibilidad y la fortaleza. Las diferentes posturas de yoga, como el árbol y el guerrero, no solo fomentan la tonificación muscular, sino que también ayudan a reducir la flacidez. En el siguiente video te mostramos algunos ejercicios para realizar en tu hogar.
Natación
Considerado un ejercicio de bajo impacto, la natación es excelente para aquellos mayores de 50 años. Este deporte tonifica el cuerpo en su totalidad, destacando su eficacia en los músculos centrales.
Caminar
Aunque parezca sencillo, caminar constituye una magnífica forma de actividad física. Más allá de quemar calorías, fortalece los músculos de las piernas y los glúteos, contribuyendo así a combatir la flacidez.
¿Cómo mejorar la nutrición para reducir la flacidez?
Optimizar la alimentación puede ser determinante para disminuir la flacidez. A continuación, te ofrecemos algunos consejos basados en información experta:
- Vitamina E: Este nutriente esencial juega un papel vital en la salud de la piel. Reconocida por sus poderosas propiedades antioxidantes, protege las células contra el estrés oxidativo y la inflamación, dos factores que aceleran el envejecimiento cutáneo y contribuyen a la pérdida de firmeza y elasticidad. Alimentos como frutos secos, semillas y ciertas verduras de hoja verde son ricos en vitamina E.
- Alimentos recomendados: Frutos secos sin sal, frutas deshidratadas como dátiles, pasas y arándanos, pescados y mariscos, carne roja, aves y huevos son opciones aconsejables para combatir la flacidez.
- Dieta equilibrada: Una alimentación que incluya abundantes frutas, verduras, fibras y grasas monoinsaturadas favorecerá la rápida quema de calorías.
- Hidratación: Consumir al menos un litro y medio de agua al día es fundamental para mantener una hidratación óptima de la piel.
Es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de emprender cualquier nuevo plan de ejercicios y alimentación. Además, no debemos pasar por alto la relevancia de una nutrición adecuada, la cual desempeña un papel crucial en la salud de la piel y los músculos.