Para los adultos mayores, la transformación que atraviesan es especialmente significativa, marcada por una serie de cambios que afectan todos los aspectos de sus vidas. Para no sufrir en el camino, debes conocer las vitaminas que prometen hacerte olvidar el dolor de rodillas en esta nueva etapa.
Con el envejecimiento vienen una serie de cambios físicos, como la pérdida de masa muscular, la disminución de la densidad ósea, la pérdida de flexibilidad y la disminución de la capacidad sensorial. Estas nuevas "realidades" pueden afectar la movilidad, por lo que una simple visita al baño puede convertirse en un gran problema y es mejor tomar precauciones.
¿Cómo se adapta un baño para un adulto mayor?
Instalar barras de agarre
Coloca barras de agarre resistentes en la ducha, cerca del inodoro y cerca del lavamanos para proporcionar apoyo y estabilidad al entrar, salir y moverse por el baño. Las mismas deben estar firmemente instaladas en la pared y ser lo suficientemente resistentes para soportar el peso del usuario.
Utilizar alfombras antideslizantes
Coloca alfombras antideslizantes en el suelo de la ducha y frente al lavamanos para reducir el riesgo de resbalones y caídas. Este tipo de productos proporcionan tracción adicional y ayudan a mantener los pies seguros en superficies mojadas o resbaladizas.
Incorporar asientos y taburetes
Agrega asientos y taburetes en la ducha para permitir que se sienten cómodamente mientras se bañan. Los asientos proporcionan un mayor seguridad para descansar y reducen el riesgo de fatiga o caídas.
Ajustar la altura de los accesorios
Ajusta la altura de los accesorios del baño, como el lavamanos, el inodoro y los estantes, para que sean accesibles. Una altura adecuada permiten un fácil acceso para lavarse las manos y la cara, mientras que los inodoros elevados facilitan la entrada y salida para quienes tienen problemas de movilidad.
Mejorar la iluminación
Asegúrate de que el cuarto esté bien iluminado para mejorar la visibilidad y reducir el riesgo de tropiezos y caídas. Instala luces brillantes y uniformes en el techo y cerca de la ducha, el inodoro y el lavamanos, y considera agregar luces nocturnas o sensores de movimiento para mayor seguridad durante la noche.
¿Cómo trabajar el equilibrio en adultos mayores?
Ejercicio Regular
La actividad física regular es fundamental para mejorar el equilibrio, la fuerza muscular y la coordinación en los adultos mayores. Incorpora ejercicios de equilibrio específicos en tu rutina, como ponerse de pie en una pierna y caminar en línea recta.
Entrenamiento de Fuerza
Fortalecer los músculos de las piernas, las caderas y el core es clave para mejorar el equilibrio y la estabilidad. Practica sentadillas, estocadas, levantamiento de pesas o ejercicios de resistencia con bandas elásticas para fortalecer los músculos que sostienen el cuerpo y ayudan a mantener el equilibrio, siempre de acuerdo al peso y fuerza que tengas en tu cuerpo.
Practicar el Equilibrio en la Vida Diaria
Busca oportunidades para practicar el equilibrio en actividades cotidianas. Por ejemplo, intenta pararte sobre un pie mientras te cepillas los dientes, camina descalzo por la casa o practica mantener el equilibrio mientras esperas en la fila del supermercado. Estas pequeñas acciones pueden marcar la diferencia y ayudarte a mantener tu equilibrio a lo largo del tiempo.
Al envejecer, también experimentamos cambios en la función cognitiva y la salud mental. La pérdida de memoria, la disminución de la velocidad de procesamiento y la dificultad para concentrarse son comunes entre los adultos mayores. A pesar de esto, hay muchos quienes aseguran que los 60 años sean los “nuevos 50”.