Las lavadoras automáticas modernas están llenas de características avanzadas, pero muchas veces, no conocemos todas sus funciones y potencial. Una de las más útiles, y a menudo desconocida, es la función de prelavado. Este proceso puede ser la clave para eliminar esas manchas persistentes que no desaparecen con un lavado regular.
La técnica del prelavado ha sido utilizada por generaciones, y aunque la tecnología ha avanzado, los principios básicos de nuestras abuelas siguen siendo increíblemente efectivos.
¿Por qué es tan efectivo el prelavado de una lavadora?
El prelavado es una técnica que implica remojar la prenda antes del ciclo de lavado principal. Este método permite que el agua y el detergente penetren en las fibras de la tela, aflojando y disolviendo la suciedad y las manchas antes de que comience el lavado principal.
Al remojar la ropa, se da más tiempo para que las enzimas del detergente actúen sobre las manchas, rompiendo las partículas de suciedad y facilitando su eliminación. Además, el prelavado ayuda a proteger la ropa.
Al aflojar las manchas antes del lavado principal, se reduce la necesidad de usar productos agresivos como la lejía, que pueden dañar las fibras y causar que los blancos se vuelvan amarillos con el tiempo.
¿Cómo utilizar la función de prelavado en tu lavadora automática?
Para aprovechar la función de prelavado en una lavadora automática, primero debes identificar si tu modelo tiene esta opción. La mayoría de las lavadoras modernas cuentan con ella, aunque puede estar bajo diferentes nombres o configuraciones. Una vez confirmada su existencia, el proceso es simple:
Si tu lavadora no cuenta con la función de prelavado, no te preocupes. Puedes replicar este método de manera manual. Simplemente llena un recipiente grande con agua y un poco de detergente, y sumerge las prendas manchadas. Déjalas en remojo durante al menos 30 minutos antes de transferirlas a la lavadora para el ciclo de lavado principal.
Más allá de la eliminación de manchas, el prelavado ofrece varios beneficios adicionales. Por ejemplo, es excelente para tratar la ropa deportiva y otras prendas o telas que tienden a acumular sudor y suciedad casi impenetrable, como por ejemplo el edredón. Remojar estas prendas antes del lavado principal ayuda a eliminar bacterias y malos olores, dejando las prendas frescas y limpias.