Las fresas no solo son deliciosas y nutritivas, sino que también son sorprendentemente fáciles de cultivar en casa, sobre todo si utilizas este truco. Pero con este simple secreto que te enseñaremos hoy, puedes disfrutar de su versión más grande y jugosa.
¿Cuál es el secreto para cultivar las mejores fresas en maceta?
Para comenzar, elige una maceta lo suficientemente grande y profunda. Las raíces de las fresas se extienden principalmente de forma lateral y superficial, por lo que una maceta de al menos 30 cm de diámetro y profundidad será ideal.
Asegúrate de que la maceta tenga buenos orificios de drenaje para evitar el encharcamiento, lo cual puede ser fatal para las plantas de esta fruta.
El sustrato debe ser suelto, rico en nutrientes y bien drenado. Una buena mezcla para fresas incluye tierra para macetas, compost bien maduro y algo de arena para mejorar el drenaje. Puedes también agregar un poco de musgo de turba o fibra de coco.
Si estás utilizando plántulas, planta cada una dejando suficiente espacio para que se expandan. Coloca las plántulas de modo que las coronas (el punto donde las raíces se encuentran con el tallo) queden justo por encima del suelo.
Si estás plantando estolones (ramitas que producen nuevas plantas), asegúrate de que estén bien enraizados antes de trasplantarlos a la maceta.
Un truco esencial para obtener fresas grandes y jugosas es el uso de acolchado. El acolchado de paja es ideal porque mantiene la humedad, regula la temperatura del suelo y evita que las frutas toquen directamente el suelo, reduciendo así el riesgo de pudrición.
¿Cuánto riego necesita una planta de fresas?
Las fresas necesitan al menos seis horas de luz solar directa al día. Coloca tus macetas en un lugar soleado, como un balcón orientado al sur. En cuanto al riego, manten el sustrato constantemente húmedo pero no empapado.
Las fresas son sensibles a la sequía y al exceso de agua, así que riega regularmente (y mejor si lo haces con esta técnica que aprovecha el agua de lluvia) pero permite que la capa superior del sustrato se seque ligeramente entre riegos.