Las hortensias, conocidas científicamente como Hydrangea, son plantas que aportan una belleza singular a cualquier jardín gracias a su exuberante floración y su delicada silueta.
Quien las haya visto en cantidad, sabe que su atractivo es indiscutible. Pero para asegurar que tus flores se conviertan en las reinas de tu jardín, es esencial escoger las macetas adecuadas y proporcionarles los cuidados necesarios.
Las hortensias más populares en los jardines son las de la especie Hydrangea macrophylla, originarias de Japón. Estas plantas pueden alcanzar alturas de entre 60 cm y 2 metros y producen flores desde el blanco hasta el azul, pasando por diversos tonos de rosado y violeta.
Su cultivo en macetas permite un mayor control sobre su entorno, lo que es especialmente útil para mantener el pH del suelo y la humedad que estas plantas requieren. Sin embargo, algunas son mejores que otras.
¿Cómo elegir la mejor maceta para tus hortensias?
Elegir la maceta correcta es crucial para el éxito de estas flores. Lo primordial es que deben ser suficientemente grandes para permitir el crecimiento de las raíces y deben tener buenos sistemas de drenaje.
Se recomienda que sean de barro o cerámica porque estos materiales permiten una mejor respiración de las raíces. Además, una capa de grava en el fondo puede mejorar el drenaje y prevenir el encharcamiento, que puede ser perjudicial para las hortensias.
¿Qué tipo de sustrato debe tener el suelo de tus hortensias?
El sustrato es un componente fundamental para el cultivo de estas flores en maceta. Estas plantas prefieren suelos bien drenados y ligeramente ácidos, con un pH alrededor de 5.
El uso de mantillo de hoja o pinocha puede ayudar a mantener el pH adecuado. También es recomendable agregar compost y estiércol bien descompuesto para proporcionar los nutrientes necesarios.
¿Cada cuánto tiempo se deben regar las hortencias?
Estas plantas son muy exigentes en cuanto a la humedad del suelo. Necesitan riego constante, especialmente durante el verano. Es ideal utilizar agua de lluvia o agua descalcificada en tus hortensias, como te enseñamos en esta nota, para evitar la alcalinización del suelo.