Si quieres una buena salud, necesitas una buena dieta. La mejor parte es que hay alimentos que a menudo consideramos simples caprichos gastronómicos, pero que pueden tener un impacto positivo en nuestro bienestar.
Si estás buscando aumentar tu retención de líquidos y mejorar tu digestión, tenemos el ejemplo perfecto de una delicia que puede ayudarte: el dulce de membrillo.
¿Qué beneficios nutricionales tiene el membrillo?
El membrillo es una fruta originaria de las regiones euroasiáticas, pero su cultivo se ha extendido a diferentes partes del mundo, permitiendo que muchas personas disfruten de sus propiedades beneficiosas.
Según datos difundidos por la Fundación Española de Nutrición y la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), el membrillo es rico en potasio, fibra, ácido málico, calcio, vitamina C y pectina.
¿Cómo mejora la digestión el dulce de membrillo?
Uno de los beneficios más destacados del dulce de membrillo es su capacidad para mejorar la digestión. La dietista y nutricionista Patricia Ortega explica que el membrillo, al ser bajo en calorías y azúcares, es una excelente opción para quienes buscan reducir el peso corporal sin sacrificar el sabor.
La fibra presente en el membrillo ayuda a regular el tránsito intestinal, facilitando la eliminación de grasas y toxinas del cuerpo. Este proceso no solo promueve una digestión más eficiente, sino que también contribuye a la salud general del sistema digestivo.
¿Cómo ayuda el dulce de membrillo a reducir la retención de líquidos?
Otro aspecto notable del membrillo es su efecto diurético. La nutricionista Mónica Carreira señala que el alto contenido de potasio y el bajo contenido en sodio lo convierten en un aliado para evitar la retención de líquidos.
Esto es particularmente beneficioso para personas que buscan reducir la hinchazón y mejorar la función renal. Además, el membrillo ayuda a mantener la presión arterial en niveles adecuados y a reducir los niveles de colesterol.
¿Cómo incluir el membrillo en tu dieta diaria?
Si bien la fruta cruda tiene una consistencia dura y un sabor agrio, al cocinarla se transforma en un manjar dulce que puede acompañar granola, yogur o cereales.