Tener un árbol de tamarindo en casa es un sueño inspirador, sobre todo si se quiere aprovechar sus frutos, como ocurre con las personas que se preguntan cuánto tardarán en tener aguacates si planten un árbol este año.
Sin embargo, no basta con poner una semilla y esperar que las vainas de tamarindo surjan de milagro: existen pequeñas claves que debes conocer para disfrutar de este árbol tan preciado en diversos países.
¿Cuáles son las claves para cuidar un árbol de tamarindo y tener frutos en poco tiempo?
Se dice que el mejor momento para plantar un árbol es hace 20 años y el segundo mejor momento es ahora. En cualquiera de los dos extremos que te encuentres, esta guía te servirá para disfrutar de sus frutos comestibles.
-
1. Optimiza el riego de tu tamarindus indica
El riego es un factor crucial en el cuidado de tu árbol de tamarindo. Durante los primeros años, el árbol necesita riegos profundos y regulares, especialmente en climas secos.
Asegúrate de regar la planta hasta que la capa superior del suelo esté húmeda, pero no empapada, ya que un exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces.
Una vez que el árbol ha establecido un sistema radicular sólido, su necesidad de agua disminuye considerablemente, lo que permite que sobreviva sin problemas en períodos de sequía.
Sin embargo, para promover un desarrollo óptimo del fruto, es recomendable mantener un riego moderado durante la temporada de fructificación, ya que esto influye directamente en el tamaño y la jugosidad de los frutos.
-
2. Prueba los beneficios de la poda regular de la planta de tamarindo y sus hojas
Podar regularmente tu árbol de tamarindo no solo ayuda a controlar su tamaño, sino que también es vital para estimular la producción de frutos.
Durante los primeros años, enfócate en eliminar las ramas muertas o dañadas, así como aquellas que crezcan en direcciones no deseadas.
Este proceso permite que la energía del árbol se concentre en las ramas más saludables y productivas, lo que resulta en una mayor cantidad de flores y, por ende, más frutos.
La poda también mejora la circulación de aire dentro del dosel del árbol, reduciendo así la posibilidad de enfermedades fúngicas y la infestación de plagas.
Es recomendable realizar la poda a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que comience la temporada de crecimiento activo.
-
3. El tipo de suelo y agua ideal para un árbol de tamarindo pequeño
El tamarindo es un árbol bastante versátil en cuanto a sus necesidades de suelo, pero para obtener los mejores resultados, es importante plantarlo en un suelo bien drenado, preferiblemente arcilloso y profundo.
Este tipo de suelo proporciona el equilibrio ideal entre retención de humedad y drenaje, lo que evita que las raíces se encharquen. Aunque el tamarindo puede crecer en suelos de diferentes pH, desde ligeramente ácidos hasta alcalinos, un pH neutro es generalmente el más adecuado.
Además, enriquecer el suelo con materia orgánica, como compost o estiércol, mejora su estructura y proporciona nutrientes esenciales, lo que se traduce en un árbol más vigoroso y productivo.
Un punto adicional que no se debe olvidar es el uso de un mantillo alrededor de la base del árbol.
Aplicar una capa de 4 a 5 pulgadas de grosor de mantillo a principios de primavera no solo protege las raíces del calor extremo, sino que también ayuda a mantener la humedad del suelo y suprime el crecimiento de malas hierbas.
Al final, un suelo bien cuidado es la base para un árbol de tamarindo sano y productivo.
¿Cuánto tiempo tarda en dar fruto un árbol de tamarindo, sin importar su altura?
Si tienes este árbol de frutos color canela mate, verás crecer tus tamarindos en un lapso de 6 a 8 años si son plántulas, según indica la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
Por su parte, los árboles de propagación vegetativa deberían producir en la mitad de ese tiempo. Si cuentas con un árbol maduro de tamarindo, puede llegar a producir 160 kg de frutos al año.
En el mismo informe, la Conabio aclara que las vainas pueden tener de 1 a 12 semillas, siendo frutos que persisten en el árbol por varios meses.
¿Cómo es un árbol de tamarindo?
La Conabio lo describe como un árbol de tamaño mediano a grande, inerme, perennifolio bajo óptimas condiciones o subcaducifolio, que puede llegar hasta los 30 metros de altura, aunque suelen ser de entre 10 y 25 metros.
-
El origen del tamarindo en México
El árbol de tamarindo, de la familia de las Fabaceae, es originario de Árfria Oriental, aunque también se lo puede encontrar en lugares como Asia meridional y Latinoamérica.
Esto último se debe a la porpagación que tuvo. Siendo un árbol muy robusto, su crecimiento es lento, pero bajo condiciones favorables su circunferencia llega hasta los siete metros.
Aunque las flores del tamarindo son poco visibles, tienen un color amarillo con rayas rojas o naranjas, recogidos en inflorescencias. Además, sus frutos son legumbres con pulpa y semillas duras.
¿Para qué sirve el tamarindo y qué propiedades tiene?
El tamarindo se planta para la alimentación, con fines ornamentales y también por sus propiedades medicinales. Como explica la Conabio, este árbol cuenta con nutrientes que ayudan a prevenir y combatir distintas enfermedades.
En la pulpa del tamarindo encontramos propiedades aitpiréticas, que permiten diminuir la fiebre. Cuando se tienen niveles muy bajos de vitamina C, aparece el escorbuto, que puede aliviarse con tamarindo.
Las ramas jóvenes, por ejemplo, son empleadas para tratar la disentería, una inflamación intestinal acompañada de diarrea con sangre. Además, la Conabio aclara que estas mismas ramas de tamarindo son utilizadas en el tratamiento de infecciones bucales, especialmente en recién nacidos.
Por otro lado, la corteza del tamarindo es efectiva en el tratamiento del asma y la amenorrea, que se refiere a la ausencia de menstruación regular.
Las hojas y semillas del tamarindo, preparadas en infusión, tienen propiedades vermífugas, es decir, son capaces de eliminar o expulsar parásitos intestinales. También poseen propiedades estomáquicas, que facilitan la digestión.
Con estas recomendaciones disfrutarás de una cosecha abundante y de alta calidad de tamarindos. Si te entusiasma la idea, puedes animarte a desafíos mayores, como cultivar tu propio árbol de naranjas con este método fácil y efectivo.