¿Buscas una alternativa a los edulcorantes comerciales llenos de químicos? Preparar tu propio edulcorante casero es más sencillo de lo que imaginas. Con solo dos ingredientes, agua y hojas de stevia seca, puedes crear un endulzante natural. De hecho, debes recordar que la stevia es la mejor planta para reemplazar el azúcar y mejorar la salud.
¿Cómo preparar un edulcorante casero?
Para comenzar, necesitarás dos tazas de agua y un cuarto de taza de hojas de stevia seca, las cuales puedes encontrar fácilmente en herboristerías o semillerías.
El primer paso consiste en hervir el agua en una cacerola. Una vez que el agua llegue a su punto de ebullición, apaga el fuego y añade las hojas de stevia. Remueve suavemente para asegurarte de que las hojas se integren bien en el agua. Después de cinco minutos de reposo, la infusión estará lista para ser colada.
Una vez que hayas colado la infusión de stevia, transfiérela a un frasco limpio y esterilizado con pico vertedor. Guarda el frasco en la heladera, donde se mantendrá fresco y listo para usar durante toda la semana. Esta preparación es perfecta para endulzar tus bebidas, postres y cualquier receta que necesite un toque dulce.
¿Cuáles son los beneficios de hacer tu propio edulcorante casero?
Al preparar este edulcorante casero, no solo obtienes un producto libre de químicos, sino que también aprovechas las propiedades naturales de la stevia, una planta conocida por su poder endulzante y sus beneficios para la salud. Al ser una receta tan simple, puedes ajustarla a tu gusto, utilizando más o menos hojas de stevia según prefieras un sabor más o menos intenso.
Crear tu propio edulcorante casero es una excelente manera de cuidar tu salud, ahorrar dinero y evitar los aditivos artificiales. Con esta simple receta, puedes disfrutar de un endulzante natural y saludable, ideal para toda la familia.