Si alguna vez has sentido dolor en los dedos del pie, como si algo te estuviera “perforando” desde dentro, es muy probable que tengas una uña enterrada. Y aunque suene raro, es algo bastante común. Así que aquí te dejo algunos consejos para lidiar con este problema y evitar que te vuelva a pasar.
¿Por qué se entierran las uñas?
Las uñas enterradas ocurren cuando el borde de la uña crece hacia adentro y presiona la piel del dedo. ¿Por qué sucede esto? Hay varias razones: puede deberse a cortar mal las uñas (demasiado cortas o con los bordes redondeados), usar zapatos muy apretados, golpes en los dedos o incluso una predisposición genética.
Si además tienes los pies constantemente sudados o no los secas bien, la situación puede empeorar.
¿Qué tipo de calzado puede provocarlas?
Los más peligrosos son los zapatos que aprietan, como los de punta estrecha o los tacones altos. Estos presionan la uña y favorecen que se entierre. También los tenis o botas muy ajustadas pueden ser culpables, ya que aumentan la fricción y no permiten que el pie respire. Lo ideal es usar calzado cómodo, con buen ajuste y ventilación. ¡Tus pies te lo agradecerán!
Consejos para tratar una uña enterrada
- Remoja tus pies: Si ya tienes una uña enterrada, comienza remojando el pie en agua tibia con sal durante 15 minutos, varias veces al día. Esto ayuda a reducir la inflamación y suaviza la piel.
- Usa hilo dental o algodón: Si la uña no está muy incrustada, intenta levantarla suavemente con un pedacito de hilo dental o algodón estéril, colocándolo bajo el borde de la uña. Esto puede ayudar a que crezca en la dirección correcta. Hazlo con mucho cuidado para no lastimarte.
- Consulta a un especialista: Si el dolor es intenso o hay signos de infección (enrojecimiento, pus, hinchazón), lo mejor es acudir al médico o podólogo. Ellos sabrán cómo tratarla de manera segura.
- Evita cortarla tú mismo: No intentes cortar la uña si está enterrada, ya que podrías empeorar la situación y causar una infección.
¿Cómo prevenir las uñas enterradas?
La mejor prevención es cortar las uñas de forma recta (nunca redondeada), mantener los pies secos y usar calzado adecuado. Si usas zapatos ajustados o tacones, procura no hacerlo todos los días para darle un respiro a tus pies.