¿Sientes que a media mañana ya podrías freír un huevo en tu frente? No te preocupes, tener piel grasa no es el fin del mundo. Lo importante es saber qué hacer, cómo cuidarla y, sobre todo, no volverse loco probando cada producto que ves en TikTok.
Antes de declararle la guerra al sebo, lo mejor es entender tu tipo de piel, cómo saber si de verdad es grasa y qué hábitos pueden ayudarte a controlar ese "glow" no deseado. También te recomendamos que te desmaquilles antes de dormir porque puede dañarte mucho el no hacerlo.
¿Cuántos tipos de piel existen?
Aunque parezca que solo hay dos equipos (grasa y seca), la verdad es que existen cinco tipos principales de piel:
- Piel normal: Equilibrada, sin exceso de grasa ni resequedad. O sea, la piel soñada.
- Piel seca: Le falta hidratación y se siente tirante. A veces se descama.
- Piel grasa: Produce más sebo del necesario. Es la que brilla y suele tener poros más visibles.
- Piel mixta: Una combinación, normalmente grasa en la zona T (frente, nariz y barbilla) y seca en mejillas.
- Piel sensible: Reacciona con facilidad a productos o factores externos. Se enrojece o irrita con solo ver una crema rara.
Saber tu tipo de piel es clave para elegir productos y rutinas que de verdad funcionen, no solo lo que está de moda.
¿Cómo saber si tienes piel grasa?
Te puedes dar cuenta con unas señales bastante claras. Aquí te van:
- A las pocas horas de lavar tu cara, ya sientes la piel oleosa, sobre todo en la zona T.
- Los poros se ven más grandes, especialmente en mejillas y nariz.
- Sueles tener brotes de acné, puntos negros o espinillas con más frecuencia.
- El maquillaje se te derrite o desaparece como si nunca lo hubieras aplicado.
- Si pasas un papel absorbente por la cara, queda más grasoso que servilleta de taquería.
Aquí te va un secreto para saber si tu piel es grasa: lava tu cara con un limpiador suave, no pongas nada más y espera unas 3 horas. Si tu piel se ve brillante o sientes grasa al tacto… ¡bienvenido al club!
¿Cuáles son los cuidados adecuados para una piel grasa?
Tener piel grasa no significa que debas resecarla hasta convertirla en cartón. Al contrario: hidratación y balance son la clave. Aquí te compartimos algunos tips básicos:
- Lava tu rostro dos veces al día con un gel o espuma suave, especial para piel grasa.
- No uses productos agresivos con alcohol, eso solo hace que tu piel produzca más grasa como defensa.
- Hidrata tu piel siempre, pero con productos oil-free o en gel. La piel grasa también necesita amor.
- Exfolia 1 o 2 veces por semana para evitar que los poros se tapen. Pero no exageres, porque la irritación también produce más grasa.
- Protector solar diario, siempre. Busca uno matificante, de textura ligera, para no parecer espejo al mediodía.
¿Cómo evitar el brillo incómodo en el rostro?
¿Cómo evitar andar brillando como foco LED en plena fiesta? Aquí te pasamos los truquitos salvadores:
- Usa papelitos absorbentes (los famosos blotting papers). Quítate el exceso de grasa sin arruinar el maquillaje. Y no, no es lo mismo que papel de baño.
- Maquillaje matificante, desde la base hasta los polvos. Algunos tienen efecto blur que dejan la piel como de filtro de Instagram.
- Prebase o primer antes del maquillaje, ayuda a controlar el sebo y hace que todo dure más.
- Mascarillas de arcilla 1 o 2 veces por semana: ayudan a absorber grasa y limpiar poros.
- Evita tocarte la cara todo el tiempo. Las manos traen grasa y bacterias que solo empeoran el asunto.
Ya lo sabes, tener piel grasa no es tan terrible como parece, solo hay que aprender a convivir con ella y darle lo que necesita. Y sí, puede que brilles… pero después de seguir estos consejos, lo harás por lo radiante que está tu piel, no por el exceso de sebo.