Los callos en los pies son más comunes de lo que imaginas, ya que aparecen por la fricción constante con el calzado o por caminar largas distancias. Aunque no suelen ser peligrosos, sí pueden resultar molestos, incómodos y hasta dolorosos.
Afortunadamente, existe un remedio casero barato, efectivo y que seguro tienes en tu cocina: el bicarbonato de sodio.
¿Qué son los callos?
De acuerdo con Medline Plus, los callos aparecen por la presión o fricción constante sobre la piel. En el caso de los callos, suelen formarse como una zona de piel más dura y gruesa, comúnmente en la parte superior o lateral de los dedos de los pies, y en la mayoría de los casos son consecuencia de usar zapatos que no nos ajustan de la forma correcta.
Según Medline, las callosidades suelen desarrollarse en las manos o en las plantas de los pies, también como una respuesta de protección del cuerpo, pues esta piel endurecida actúa como una barrera natural para prevenir ampollas o lesiones. Aunque pueden causar molestias o dolor, por lo general no representan un problema de salud grave para la mayoría de las personas.
¿El bicarbonato de sodio sirve para eliminar los callos?
Según el medio especializado Healthline, el bicarbonato de sodio es famoso por sus propiedades exfoliantes, antiinflamatorias y antibacterianas. Cuando se aplica en los pies, ayuda a remover las células muertas de la piel, suavizar las zonas endurecidas y prevenir infecciones. Además, su efecto alcalino contribuye a mantener el pH de la piel equilibrado, lo que es ideal para pies cansados o agrietados.
¿Cómo usar el bicarbonato de sodio para eliminar los callos?
Aquí te compartimos un método súper sencillo para decirle adiós a los molestos callitos:
- Prepara un baño de pies: Llena una tina o recipiente con agua tibia.
- Agrega 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y, si quieres un plus de relajación, te recomendamos que agregues unas gotitas de aceite esencial de lavanda o menta.
- Remoja tus pies durante 15 a 20 minutos. Esto ayudará a ablandar los callos.
- Prepara una pasta exfoliante mezclando bicarbonato de sodio con agua.
- Aplica la pasta sobre los callos y masajea suavemente con movimientos circulares, especialmente en las áreas más endurecidas y rugosas.
- Una vez completada la exfoliación, enjuaga tus pies con agua tibia y sécalos con una toalla suave, asegurándote de no frotar muy fuerte para no irritar la piel.
- Aplica una crema hidratante o aceite en tus pies.
Haz este tratamiento una o dos veces a la semana para mantener tus pies suaves y libres de callos.
Aunque este remedio es natural y seguro, no se recomienda hacerlo todos los días, ya que un exceso de exfoliación puede irritar la piel o dejarla sensible. Además, es importante que si tienes callosidades muy gruesas y dolorosas, consultes con un especialista antes de probar cualquier tratamiento casero.