La fama a veces puede ser complicada, muchos actores han tenido varios problemas porque no han sabido cómo controlarla. Sam Worthington fue uno de ellos y decidió aferrarse a la religión.
En una entrevista, el actor que interpreta a Jake Sully en Avatar, contó cómo la estaba pasando cuando llegó el llamado para participar en lo que se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine.
Sam Worthington, nació en Godalming, Surrey, Reino Unido, el 2 de agosto de 1976, pasó su infancia en Perth, Australia. Estando allí, asistió al John Curtin College of The Arts, pero la abandonó y su padre, Ron, lo mandó a Sydney para que se gane la vida y encuentre un propósito para ella. Luego de saltar de un trabajo a otro, hizo una prueba para el Instituto Nacional de Arte Dramático, de donde se graduó, y dio inicio a su carrera como actor en el país oceánico.
“Tuve una carrera sólida en Australia, haciendo películas. Miré a mi alrededor, a todo lo que poseía, y sentí que me estaba definiendo, no me gustaba a quien estaba definiendo y lo que decía de mí”, expresó Sam Worthington sobre sus inicios de su carrera.
“Cuando me acerqué a Dios, encontré a alguien que me escuchaba por primera vez. Y no me juzgó. Y es posible que no haya obtenido las respuestas, pero tuve un oído reconfortante”, siguió contando sobre cómo pudo lidiar con ese problema.
“Entonces, cuando extendí la mano y estaba sentado en la parte trasera de un auto en medio de la nieve, enojado por todo, lo que obtuve fue un: ‘Está bien’. Y ese amor te ayuda a superarlo”, concluyó Sam Worthington.