Friends, una de las sitcoms más famosas de los últimos tiempos, ha dejado una marca imborrable en la cultura pop. A lo largo de una década en el aire, las historias de este grupo de amigos nos brindaron lo mejor de los noventa y principios de los 2000.
Sin embargo, detrás de las risas y el éxito, no todo fue siempre tan perfecto. Recientemente, Lisa Kudrow, quien interpretó a la inolvidable Phoebe Buffay, reveló en el podcast ‘Conan O’Brien Needs a Friend’ un aspecto desconocido de su experiencia en la serie: lo que más le molestaba durante las grabaciones.
¿Qué incomodaba a Lisa Kudrow durante las grabaciones?
Uno de los elementos distintivos de Friends era la grabación frente a un público en vivo. Este formato permitía capturar las reacciones espontáneas de los espectadores, añadiendo una capa de autenticidad a las risas que se escuchaban en cada episodio. Sin embargo, para Lisa Kudrow, esta dinámica no siempre fue agradable.
La actriz confesó que una de las cosas que más la irritaba era la exagerada reacción dramática del público ante ciertos chistes que, en su opinión, no eran tan graciosos. Kudrow sentía que estas risas desmesuradas no eran una respuesta honesta y, en ocasiones, llegaban a arruinar el ritmo del show.
Las risas falsas y su impacto en las grabaciones
Las risas falsas son un elemento característico en muchas series estadounidenses, utilizadas para enfatizar lo cómico de un diálogo o acción. Sin embargo, para Kudrow, estas risas a menudo resultaban ser un obstáculo. En diversas ocasiones, la actriz se encontraba irritada por lo que percibía como una falta de autenticidad en las reacciones del público.
Esta incomodidad llegó al punto de que Kudrow, en medio de las grabaciones, miraba al público "realmente enojada". La sensación de que las risas no correspondían honestamente al trabajo que estaban realizando afectaba su concentración y desempeño.
El consejo a los asistentes del público
Ante estas situaciones, Lisa Kudrow explicó que se tomaron medidas para controlar la reacción del público. Se aconsejaba a los asistentes que evitaran reírse en exceso, con el fin de no interrumpir el flujo de las escenas. Esta recomendación buscaba mantener la integridad de las grabaciones y asegurar que las risas capturadas fueran más genuinas.
La actriz, ahora de 60 años, reflexionó sobre cómo estas risas exageradas no solo la molestaban a ella, sino que también podían alterar el ritmo del espectáculo y la entrega de otras líneas importantes.
La revelación de Lisa Kudrow añade una nueva dimensión a la comprensión de lo que fue trabajar en una serie tan icónica como Friends. Aunque el público disfrutaba de cada episodio hoy en día se han tejido miles de teorías que explican que la relación entre estos amigos no era la mejor.