El Cine de Oro Mexicano tuvo grandes artistas que se destacaron. Uno de ellos fue el gran Clavillazo, quien tuvo un triste final. Si bien dio mucho por la cultura de México, no se lo reconoció como se debía.
Clavillazo en realidad se llamaba José Antonio Hipólito Espino Mora. Fue una de las figuras más importantes del Cine de Oro Mexicano. Su vida se fue apagando de a poco por complicaciones de la salud.
¿Cómo terminó la carrera de Clavillazo?
El comediante conocido como Clavillazo, nació el 13 de agosto de 1910 en Teziutlán, Puebla. Comenzó su carrera en carpas teatrales y su talento lo llevó a la gran pantalla. Algunas de sus frases más conocidas son “¡Nomás!, ¡Pura Vida! ¡Nunca me hagan esto! y ¡Mendigo!”.
Si bien el Cine de Oro Mexicano comenzó a decaer, José Antonio supo mantenerse en el medio. Sin embargo en los años ’70 comenzó a retirarse de manera gradual ya que quería concentrarse en su negocio inmobiliario.
Llegando a los años ´80, solo participó en tres filmes. Fue “Bohemios de afición” (1984) la película que marcó su retiro definitivo de la actuación. Sus últimos años estuvieron marcados por el éxito de su negocio.
Antes de su muerte, Clavillazo vivió un momento bastante triste para él. Fue invitado en 1993 a una feria en Teziutlán, donde se le anunció que iba a ser homenajeado. Sin embargo al llegar el homenaje nunca sucedió ya que el evento era para Cantinflas.
“Me hubiera quedado con el recuerdo tan bonito de antes, me dolió mucho lo que me hicieron”, expresó Clavillazo. Ante tal incómoda situación fue que le dieron un reloj de plástico como reconocimiento.
¿De qué murió Clavillazo?
Clavillazo en los últimos años de vida pasó por muchos problemas de salud. Lamentablemente nunca se pudo recuperar por lo que murió de manera prematura. Su partida dejó mucho dolor en al ambiente artísticos de México.
El actor murió en noviembre del año 1993 cuando tenía 83 años. Tenía complicaciones cardíacas severas. Había sufrido tres episodios de infarto y en el año 1987 sufrió una embolia por lo que sus capacidades motoras se vieron disminuidas.
El Cine de Oro mexicano fue decreciendo de manera considerable. Clavillazo se pudo mantener pero no se lo reconoció y tuvo un triste final.