El yoga es una actividad famosa a nivel mundial, no sólo por sus beneficios, como esta postura para poder descansar mejor rápidamente, sino por la facilidad con la que se puede practicar, siempre que se tenga la guía.
Si bien la búsqueda de orientación en el yoga es algo frecuente, en ocasiones abre la puerta a personas que buscan aprovecharse de esta situación: tal fue el caso de la secta que se disfrazó de escuela para ofrecer 'iluminación espiritual'.
¿Cuál es la secta que operaba como una escuela de yoga?
Juan Percowicz, un contador de Buenos Aires, comenzó dando clases de autoayuda con una mezcla de filosofía antigua, yoga y espiritualismo new age.
Lo que empezó como un pasatiempo exitoso, con el tiempo se convirtió en la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), una organización que prometía salvación espiritual a través de charlas y clases.
Sin embargo, esta fachada ocultaba actividades mucho más oscuras.
Por más de 30 años, la EYBA, bajo la dirección de Percowicz, ofrecía un camino hacia la iluminación espiritual. No obstante, recientes acusaciones han revelado que la organización funcionaba como una secta de carácter sexual.
Según los fiscales, la EYBA coaccionaba a sus integrantes femeninas a ejercer la prostitución y lavaba las ganancias mediante la adquisición de bienes raíces.
Las mujeres eran explotadas y drogadas, obligándolas a vender sus cuerpos, generando ingresos mensuales sustanciales tanto en Argentina como en Estados Unidos.
¿Qué encontraron las autoridades durante los allanamientos?
En agosto de 2022, las autoridades allanaron las propiedades de la EYBA, descubriendo más de un millón de dólares en efectivo, lingotes de oro, películas pornográficas y expedientes de personas adineradas.
Además, se encontró una clínica ilegal donde se administraban drogas a los miembros como castigo o tratamiento. Las autoridades estadounidenses también cooperaron en la investigación, revelando la magnitud de las operaciones de la organización.
¿Cuáles fueron las primeras acusaciones contra la EYBA?
En la década de 1990, la EYBA ya había ganado notoriedad cuando una familia acusó a la organización de manipular a su hija. Durante la investigación, antiguos miembros denunciaron haber sido forzados a trabajar como esclavos y dijeron que la escuela promovía la prostitución.
Sin embargo, el caso se estancó debido a la falta de leyes sobre la trata de personas y el lavado de activos en Argentina, además de las deficiencias del sistema judicial del país en ese momento.
¿Cómo ha evolucionado el caso con las nuevas leyes?
Con la implementación de nuevas leyes sobre trata de personas y lavado de activos en Argentina, los fiscales han reabierto el caso contra Percowicz y sus seguidores.
Las nuevas pruebas contra la secta incluyen grabaciones telefónicas que sugieren la coordinación de actividades sexuales y la presión sobre las mujeres para generar ingresos. Las autoridades están decididas a llevar a los responsables ante la justicia, con estimaciones de que los activos totales de la EYBA ascienden a casi 50 millones de dólares.
¿Qué impacto ha tenido este caso en las víctimas y sus familias?
Para las víctimas, como Pablo Salum, quien dejó la organización cuando era adolescente, la justicia llega demasiado tarde. La separación de su familia y el trauma vivido han dejado cicatrices profundas.
Aunque el caso sigue en los tribunales y aún no se ha fijado fecha para el juicio, la historia de la EYBA sirve como un recordatorio del peligro de las organizaciones que operan bajo la apariencia de institución espiritual.