El colibrí es un ave muy pequeña y colorida que atrae la mirada de casi todos los seres humanos. No hay persona que no se alegre al verlo en su jardín. En varias culturas antiguas se lo considera mensajero de buenas noticias o portador de energía positiva que transmitirá a quien lo vea.
Lo más destacado de los colibríes es su colorido plumaje y la rapidez con la que mueve sus alas. A estas aves también se las llama picaflores. Tienen la familia más grande las aves: hay 300 especies distintas de picaflor y viven entre tres y cuatro años. Además, en las redes sociales son grandes estrellas. En Instagram hay espectaculares fotos de estas pequeñas bellezas.
El colibrí es el ave más pequeña del planeta, miden entre 11 y los 25 centímetros de largo, y es la única que puede volar hacia atrás. Tiene un corazón que bombea sangre a 1.200 latidos por minuto. Tiene una lengua en forma de W con la que puede comer muy rápido. Visitan un promedio de 1.000 flores por día para alimentarse.
El picaflor mueve sus alas entre 50 y 80 veces por segundo. Tiene el don de poder flotar, ya que puede permanecer suspendido en un punto fijo. Sin embargo, su bella y pequeña apariencia no debe engañar; cuando tiene que defender su territorio puede ser muy agresivo.
En nuestro país, los colibríes son aves respetadas porque simbolizan alegría y sanación. Cuando un mexicano ve un colibrí en su jardín, interpreta que vine como mensajero de una persona que falleció y viene a proteger en hogar. En los países de Sudamérica interpretan que es el alma de un ser querido que murió y viene de visita a advertir que se encuentra bien.
No importa el mito, leyenda o creencia. Sin dudas, ver un colibrí en el hogar alegra a cualquiera y, por algunos segundos, observarlo ayuda a desconectarse de la rutina diaria y a reflexionar las bellezas que la naturaleza nos regala. Un dato importante para quienes quieran recibir su visita, sientes predilección por las flores de colores naranja y rojo.