Hoy es el santoral de José Pignatelli, que nació nen 1737 en el castillo familiar de Zaragoza, España y fue el heredero de una familia noble que a los 12 años entró junto con su hermano en la Compañía de Jesús. En el noviciado jesuita de la provincia aragonesa, pronto se convirtió en un buen ejemplo de virtud, caridad y humildad. Fue ordenado sacerdote en el año 1762.
San José Pignatelli: buen educador y "padre de los ahorcados"
San José Pignatelli perseguía el sueño de ser enviado a una misión entre los pueblos indígenas originarios de América, pero nunca pudo cumplirlo porque de joven contrajo la tuberculosis, que luego se volvió crónica, lo que hizo que su débil salud lo condicionara fuertemente. Por eso comenzó a enseñar gramática en el colegio de Zaragoza, demostrando buenas cualidades como educador.
Pero ese apostolado no le bastó ya que sentía el llamado con mucha fuerza de salir hacia las periferias para evangelizar a los últimos y para consolar a los excluidos de la sociedad. Fue así que empezó a visitar a los pobres y a los encarcelados, en particular a los condenados a muerte para llevarles apoyo y consuelo, tanto que se ganó el apodo de "padre de los ahorcados".
“El padre de los ahorcados” fue expulsado de España
En el año 1767 las cosas se complicaron para José Pingatelli ya que “la Compañía de Jesús” fue proscrita en toda Europa y los jesuitas fueron expulsados de una larga serie de países, uno tras de otro: de Francia, del Reino de las Dos Sicilias, de los Ducados de Parma y Piacenza, de Malta y Portugal. Sólo permanecieron en Rusia, Prusia y la región de Silesia. Finalmente, el Rey Carlos II los expulsó también de España.
En tan duras condiciones, José estimó que no era justo aprovecharse de su noble linaje para evitar el exilio, así que valiente y solidariamente partió con otros tres hermanos religiosos a Italia. El golpe de gracia les sorprendió en el año 1773, cuando el mismo Papa Clemente XIV decretó la disolución canónica de la Compañía de Jesús.
Gran restaurador de la Compañía de Jesús
A San José Pignatelli se lo conoce también como el gran restaurador de los jesuitas porque en Bolonia, donde residía con sus otros hermanos religiosos, reunió a todos los miembros dispersos por Europa con el consentimiento del Papa Pío VI y fue el primer paso hacia la restauración. Más tarde consiguió que se abriera un seminario donde él mismo sería maestro de novicios. Sólo en 1800 Pío VII permitió el renacimiento definitivo de la orden, que había logrado no desaparecer por completo sólo gracias al celo de José, que fue elegido Padre Provincial. Antes de su muerte en 1811, logró ver la apertura de dos nuevas casas, en Roma y Nápoles. Fue canonizado por Pío XII en el año 1954.
Oración de invocación por intercesión de san José Pignatelli:
Oh Dios, que enriqueciste a San José Pignatelli
con una invencible fortaleza de espíritu en la adversidad
para que pudiera reunir a sus hermanos dispersos,
concédenos también a nosotros
ser sostenidos por la mutua ayuda fraterna,
para que llenos de fe, esperanza y caridad,
podamos permanecer siempre fieles a nuestra vocación,
y superemos todas las vicisitudes y los peligros.
Así sea.