Hace más de 50 años, un grupo de irlandeses querían inventar un postre que se pueda comer y también beber para innovar en ese rubro. El plan tal vez no salió a la perfección, pero se convirtió en una exitosa y exquisita bebida que se consume en una centena de países.
El whisky y la crema son exquisiteces típicas y populares de Irlanda. Así fue que este grupo decidió que esos dos productos típicos no podían faltar en su proyecto. Lo que surgió de esa mezcla es lo que conocemos como Baileys, reconocida bebida alcohólica por su sabor dulce.
El Baileys fue el primer licor de crema que llegó al mercado en 1947. De acuerdo a lo que describen desde la marca: “se trata de una combinación justa de leche, que después de un largo proceso es convertida en crema, alcohol, vainilla, una pizca de chocolate y un ingrediente secreto que hace que la magia suceda”.
¿Cuál es el secreto del Baileys?
La ecuación del éxito del Baileys es crema irlandesa + whisky + vainilla + chocolate + magia. Sin embargo, este aperitivo lleva aún más ingredientes que la marca prefiere mantener en secreto.
R. A. Bailey & Cia. “tiene su propio campo de vacas produciendo una de su más importante materia prima: la leche, que después de su adecuado proceso, se convertirá en la crema tan particular de esta bebida”, aseguran los fabricantes y agregan que las vacas que producen la leche para el licor están bajo un estricto cuidado, intentando que sean “vacas felices” brindándoles cuidado, mucho aire libre y protección.
Expertos en cócteles detallan que una de las mejores formas de ingerir Baileys es colocando este licor frío en un vaso de trago corto, con hielo y terminar con un copo de crema por arriba y lluvia de chocolate rallado.