Muchas son las modificaciones que ha sufrido la humanidad a medida que los siglos fueron pasando. Siempre hubo variaciones que se iban estableciendo según la época, el cuerpo humano no escapaba de la selección natural de Darwin. El vello corporal, por ejemplo, ha sido una de las variables que más se ha modificado en el transcurso del tiempo. En algunas épocas las piernas y las axilas con vello han sido mal vistas y por entonces, muchas eran las practicas para retirarlos, en su mayoría, dolorosas. Hoy en día también existen millones de técnicas para el cabello.
En la actualidad, se considera al vello como algo natural y no hay necesidad de quitarlo. Aunque hubo una época lejana donde el cabello que se encontraba en la frente debía ser quitado. En el siglo XIV las mujeres con frentes pronunciadas eran consideradas hermosas y además la calvicie en esta zona de la cabeza significaba estatus. Es decir: estaba de moda tener cabeza grande.
En muchos retratos de esa época se puede apreciar como la mujer tiene una frente descubierta y un mechón en la parte alta de la cabeza en conjunto con un velo que la cubría. Un detallado procedimiento les quitaba el vello de la frente a las mujeres de la clase alta, pelo por pelo. De esta manera, muchas mujeres de clases más bajas encontraban un trabajo que les redituaba una forma de negocio.
Estas estilistas podían aclarar, rasurar o arrancar los cabellos de la frente de las mujeres de clase alta. Así tener cabeza grande marcaba el estatus. Si tenías la frente pequeña y las cejas pobladas, eras declarada de clase baja. Para el clero, sin embargo, esta tendencia de las frentes descubiertas generaba repudio ya que era considerado un indicativo de vanidad y orgullo.
En la década de 1370, Geoffrey de La Tour Landry, escribió un libro para sus hijas que era nada más y nada menos que un manual de etiqueta para las mujeres jóvenes. Entre otras historias, escribió la de un caballero viudo que tenía pesadillas recurrentes con su esposa, fallecida poco antes, en los que ella era torturada por entes infernales. Poco después, un ángel lo visitó en sueños y le explicó la razón por la que su esposa sufría. Sí, la razón era que, cuando ella solía quitarse el vello de la frente para ser más hermosa. Eso fue lo que le ganó un lugar en el infierno.