Cuando un avión aterriza, es común ver que los bomberos del aeropuerto rocían agua sobre la aeronave. A menudo se piensa que esta práctica se realiza para enfriar los motores de la aeronave o como un signo de que algo salió mal. Sin embargo, la verdad es que esta tradición tiene una razón muy diferente.
Una de las razones por las que se arroja agua cuando un avión aterriza es para celebrar el primer vuelo de una nueva aerolínea o para conmemorar el inicio de una nueva ruta. En estos casos, los bomberos del aeropuerto dan la bienvenida a la aeronave con un arco de agua, que simboliza el inicio de un nuevo viaje y una nueva conexión entre dos lugares.
Otra razón por la que se arroja agua sobre un avión es para honrar al comandante de la aeronave que se retira. En este caso, los bomberos del aeropuerto forman un arco con chorros de agua y la aeronave pasa por debajo de él como un gesto de respeto hacia el piloto que se jubila.
Aunque esta tradición se ha convertido en una parte común de la cultura aeroportuaria, no se sabe exactamente cuándo comenzó. Se cree que la práctica comenzó durante la edad de oro de los barcos transatlánticos, cuando se inventaron los barcos bomberos equipados con potentes cañones de agua. La tradición se adoptó posteriormente para el recibimiento de vuelos inaugurales, la despedida de aeronaves y para honrar a capitanes que pasan a retiro.
Es importante tener en cuenta que esta práctica no tiene ningún efecto sobre el funcionamiento de la aeronave. El agua arrojada por los bomberos del aeropuerto es simplemente un gesto simbólico y una forma de celebrar un evento importante en la industria de la aviación. En algunos casos, los pasajeros pueden incluso ver la tradición como una forma de buen augurio para un viaje seguro y exitoso.