En varias oportunidades los presos de diversas cárceles a nivel mundial han pedido mejores condiciones sanitarias para sus celdas. Sin embargo estos pedidos no son escuchados y luego llegan los problemas.
Recientemente se conoció el caso de un presidiario de una cárcel de Fulton (Georgia), quien fue "devorado vivo" por chinches a raíz de una infestación “extremadamente grave”, producto de una mala higiene en el interior de la cárcel.
Se trata de Lashawn Thompson, un preso afroamericano arrestado en el mes de junio del año 2022 por agresión en la calle, pero que tres meses después fue encontrado sin vida en el interior de su celda, con la curiosidad de estar físicamente sano previo al momento de su desenlace fatal.
¿Qué dijeron las pericias psicológicas?
Tras una serie de investigaciones, se determinó que en la unidad psiquiátrica, donde estaba alojado Thompson por presuntos problemas mentales, las condiciones higiénicas eran deplorables por lo que la celda permaneció infectada de insectos y chinches.
Sin dudas, la suciedad de la celda donde se encontraba Thompson dejó al descubierto las pésimas condiciones en las que viven algunos presos a nivel mundial. Los parásitos (insectos, chinches) literalmente devoraron el cuerpo del preso.
¿Qué dijo la familia de Thompson?
Los familiares de Thompson aseguraron que no sabían que el joven estaba preso de su libertad, pero tras enterarse de esto denunciaron que lo que la cárcel hizo con él se trata de un claro caso de discriminación racial. “Es desgarrador. Las imágenes son realmente horribles, difíciles de ver”, añadió el hermano de la víctima, Brad McCrae.
Tras este caso, las autoridades del penal de Fulton aseguraron que invirtieron una suma de 500.000 dólares para fumigar la zona contra la plaga de chinches, piojos y alimañas en el interior de la cárcel.