En el Antiguo Egipto las personas que vivían a orillas del Nilo tenían un temor muy grande al cocodrilo. Este reptil ha sido siempre una de las presencias más características e inquietantes. Con hasta seis metros de longitud, su poderosa mandíbula y su escudo de escamas, representaba una amenaza constante y angustiosa para los antiguos egipcios.
Los habitantes del Antiguo Egipto estaban acostumbrados a navegar y pescar en frágiles barcas de papiro. No es extraño, por ello, que este temible animal ocupara un lugar destacado en la cultura faraónica.
Para los habitantes del valle del Nilo, el cocodrilo era sinónimo de peligro. Algunos signos de la escritura jeroglífica muestran al saurio con uno o varios cuchillos clavados en su cuerpo. Además, algunos términos se escribían con una partícula en forma de cocodrilo para expresar conceptos ligados a la "agresividad" y la "voracidad".
El cocodrilo un reptil peligroso
El cocodrilo es un sigiloso reptil que representaba una amenaza para todos los que se aproximaran a la orilla del Nilo, empezando por los otros animales. Así, en un papiro del Reino Nuevo se registran algunos conjuros necesarios para proteger a los caballos que atravesaban el río.
En cuanto a los humanos, el peligro de los cocodrilos se convirtió en un tópico literario. En la 'Sátira de los oficios', por ejemplo, se explica el riesgo que corre el lavandero que lava en la orilla del Nilo teniendo a los cocodrilos como vecinos, o el pescador que faena en el río mezclado con ellos y al que el miedo impide conseguir una pesca copiosa.
En el 'Diálogo del desesperado con su ba', el protagonista declara: "Mira, mi nombre es detestado, más que el hedor de los cocodrilos, más que sentarse en un banco de arena lleno de cocodrilos".
Por su parte en el Papiro Westcar, un cocodrilo fantástico interviene en una historia de celos y venganza. En el cuento, el sacerdote Ubaoner descubre que su mujer le es infiel y al conocer la cita programada por los amantes crea un cocodrilo de cera que, mediante la magia, cobra vida y atrapa al amante de su esposa, llevándolo al fondo del río. Tras varias peripecias, el animal se come al infeliz, mientras que la adúltera muere quemada.
A pesar de ser un animal muy temido en la iconografía egipcia había numerosos híbridos de cocodrilo y otros animales. Debido a la importancia que tenía el Nilo en la vida de los habitantes del Antiguo Egipto, el temor a ser devorados por los cocodrilos eran muy grande ya que su hábitat era a la orilla del río.