El Feng Shui, es una antigua disciplina china que busca el equilibrio de las energías en el entorno. No solo se trata de una práctica de diseño de interiores, sino una filosofía que aboga por la armonía y el equilibrio en todos los aspectos de la vida.
Seguir los principios de esta práctica no solo significa organizar el espacio de manera estéticamente agradable, sino que también tiene implicaciones significativas para el bienestar físico y emocional.
La disposición cuidadosa de los elementos según el Feng Shui puede tener un impacto directo en nuestro estado emocional y mental. Un espacio bien equilibrado puede fomentar la calma, la claridad mental y la concentración.
3 formas de aplicar el Feng Shui en tu vida
- Limpieza energética: para terminar con una etapa de la vida es fundamental realizar una limpieza energética profunda en el hogar. Para eso deberás deshacerte de los objetos acumulados, rotos y viejos que estancan la energía.
También regala lo que ya no necesites o que esté asociado a relaciones pasadas. Al liberar espacio físico, se liberará energía emocional. Además, usa palo santo o salvia para sahumar y purificar los espacios.
- Zonas bagua: el Feng Shui usa el mapa Bagua, que es un mapa energético que divide el espacio en nueve áreas que representan la riqueza, la salud, las relaciones, la carrera, entre otras cosas.
Identifica qué aspecto de tu vida necesita un cierre y aplica el ajuste necesario sobre la zona del hogar según el mapa bagua.
- Agua en movimiento: el agua simboliza el cambio y la fluidez, por lo que tener en casa una fuente de agua ayuda a que la transformación hacia nuevos ciclos de la vida sea positiva.
El sonido del agua fluyendo es un recordatorio de que la vida está en permanente cambio. En caso de no poder sumar una fuente, usa el color azul en algún adorno para representar el elemento agua para mantener tu vida con energía que fluye como el agua.
El Feng Shui prioriza la conexión con la naturaleza y la incorporación de elementos naturales en el entorno. La presencia de plantas, la entrada de luz natural y la elección de materiales naturales promueven una sensación de conexión con el mundo exterior, contribuyendo a un ambiente más vital y equilibrado.
Seguir el Feng Shui no solo se trata de diseño estético, sino de crear entornos que nutran nuestra energía vital y fomenten un equilibrio integral.