Actualmente estamos atravesando una era digital que día a día crece y los videojuegos se han ubicado como una forma de entretenimiento tan influyente como diversa.
A medida que la industria de los videojuegos sigue aumentando su popularidad, es crucial examinar el impacto que el consumo de estos juegos tiene en diversos aspectos de la vida cotidiana.
El problema para muchos es que la inflación sigue creciendo, y aunque uno no lo crea, esto gasta mucha energía y la cuenta no para de crecer a la hora de pagar tus facturas.
¿Cómo bajar el gasto de energía mientras se juega en la PlayStation o Xbox?
- No depender del modo reposo: varios jugadores acostumbran a dejar su consola en modo reposo como un recurso para reducir el consumo energético mientras el dispositivo descarga juegos o actualizaciones de forma automática. Si bien esa opción ayuda a disminuir el gasto eléctrico, el equipo seguirá consumiendo electricidad de forma continua.
- Mantener a la consola con buena ventilación: La ventilación un punto clave para el buen desempeño de una Xbox o PlayStation. Ubicarla en un sitio fresco ayuda no solo con el ahorro si no con el funcionamiento.
- Reemplazar las barras de sonido por unos auriculares: Ultimamente es muy popular entre los fanáticos de los que agreguen sistemas de sonido a su TV para elevar la calidad del audio de los juegos y esto causa un doble gasto de energía por la potencia que requiere.
¿Qué consola de videojuegos consume más energía?
- PlayStation 5: 50 - 220 W/h
- Xbox Series X: 45 - 220 W/h
- PlayStation 4 Pro: 75 - 160 W/h
- PlayStation 4: 70 - 150 W/h
- Xbox Series S: 25 - 100 W/h
- Xbox One S: 35 - 90 W/h
- Nintendo Switch: 10 - 18 W/h
Teniendo en cuenta esto, podemos decir que a pesar de que los videojuegos ofrecen muchas ventajas recreativas y ayudarnos a distraernos, su consumo excesivo puede plantear desafíos para el equilibrio en la vida diaria.
Es importante que los jugadores encuentren un punto medio saludable entre el entretenimiento digital y el uso de consolas, con otras actividades, como el trabajo, el estudio y el tiempo en familia.