Cancún es una de las mejores playas de México, así lo determinó ChatGPT. Aunque, a pesar de su belleza, no siempre fue un lugar tan concurrido para vacacionar.
Para entender que ocurrió con Cancún, debemos comprender qué es la gentrificación. Se trata de un proceso urbanístico y social en el que las áreas de un lugar, generalmente degradadas o históricamente habitadas por personas de bajos ingresos, experimentan una revitalización y renovación gracias a un proceso migratorio foráneo.
Esto lo conlleva un aumento en el valor de la propiedad y un cambio demográfico. Este cambio suele implicar la llegada de nuevos residentes con un nivel socioeconómico más alto, así como el establecimiento de negocios y servicios orientados a este nuevo perfil demográfico. Esto es un claro ejemplo de lo que ocurrió con esta hermosa playa de México.
Antes y después de Cancún, ¿cómo influyeron los extranjeros?
Hace casi 100 años, Cancún era una aldea de pescadores que no rebasaba los 100 habitantes. La isla, franja de arena de 17 Kms. de longitud con tramos que no alcanzaban los 50 m. de ancho, dedicada a la siembra de cocoteros, fue convertida, en poco tiempo y gracias a titánicos trabajos de ingeniería, en el polo turístico más importante de México.
En sólo dos décadas este hermoso lugar era ya una realidad, y hoy es reconocido a nivel mundial y recibe anualmente más de dos millones de visitantes. Su situación geográfica lo convierte en punto de enlace con sitios del sur del Estado y con otros destinos del vecino estado de Yucatán, como Mérida y Chichen Itzá.
A fines de la década de 1960, el gobierno de México se interesó en desarrollar el sector turístico del país para impulsar la economía. Para determinar el lugar perfecto, los funcionarios analizaron las estadísticas de varias ubicaciones turísticas exitosas, como Miami Beach y Acapulco.
En 1969 se estableció el Infrantur, encargado de desarrollar el Programa Integral de Centros Turísticos. Las autoridades consideraron algunos destinos en las playas mexicanas para iniciar con su proyecto. Ixtapa Zihuatanejo y Cancún fueron los ganadores, pero el camino para convencer a las autoridades e inversionistas no fue fácil.
Al año siguiente con la llegada de la administración de Luis Echeverría, el proyecto perdió potencia. Este mandatario fue aún más complicado de persuadir. Pero el objetivo se logró, y en 1974 se decretó la creación del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), que absorbió al Infratur.
Así fue la llegada de los extranjeros a Cancún
La llegada de extranjeros, en su mayoría estadounidenses y canadienses, ha desempeñado un papel crucial en la gentrificación de esta cuidad. Atraídos por el clima cálido, las comodidades modernas y la infraestructura turística de primer nivel, muchos expatriados han optado por establecerse en esta ciudad costera del Caribe mexicano.
Este flujo constante de residentes internacionales ha generado una demanda creciente de propiedades inmobiliarias, tanto para vivienda como para inversión. Como resultado, barrios antes tranquilos y tradicionales están experimentando una transformación acelerada.
Además, la influencia cultural de los extranjeros también se refleja en la escena gastronómica, comercial y de entretenimiento de la ciudad. Con esto llegó la aparición de restaurantes internacionales, tiendas exclusivas y actividades turísticas diseñadas para satisfacer los gustos de la población extranjera.
El aumento de los precios de la vivienda en la isla provocó el desplazamiento de residentes locales de bajos ingresos, así como una pérdida de identidad cultural en los barrios afectados. Además, la dependencia económica excesiva del turismo y la inversión extranjera puede plantear riesgos de vulnerabilidad económica y desequilibrio social a largo plazo.
En respuesta a estos desafíos, es crucial que las autoridades locales adopten medidas para garantizar que el proceso de gentrificación sea equitativo y sostenible. Esto podría incluir políticas de vivienda asequible, programas de desarrollo comunitario y esfuerzos para preservar la identidad cultural y el patrimonio de Cancún.
Este no es el único lugar paradisíaco en México. En todo el país hay cientos de destinos turísticos y llamativos que año tras año recibe a miles de visitantes. Uno de ellos es el muelle de San Blas, el lugar original de la mítica canción de Maná.