El autismo interfiere la manera en que un niño interactúa, se comunica y percibe el mundo que lo rodea. Son muchos los padres que se emocionaron luego de que se haga viral un video del sensacional segundo en el que un niño con autismo le habló a su madre por primera vez, por lo emocionante del momento.
A medida que continuamos avanzando en la comprensión y conciencia del autismo, es esencial abordar este tema con sensibilidad y empatía, y brindar apoyo adecuado a los niños y sus familias.
El espectro es un trastorno del desarrollo que afecta a la comunicación, la interacción social y el comportamiento de una persona. Uno de los aspectos más desafiantes para los padres es identificar tempranamente si su hijo podría tener este espectro.
¿Cómo darse cuenta si tu hijo tiene autismo?
Es importante recordar que cada niño es único y puede mostrar signos de autismo de manera diferente. Aunque algunos niños muestran señales desde una edad temprana, otros pueden desarrollar síntomas más evidentes más adelante.
A veces, un TEA se puede detectar a los 18 meses de edad o antes. Hacia los 2 años, el diagnóstico que haga un profesional con experiencia se puede considerar confiable.
Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico definitivo hasta que tienen más edad. Algunas personas no reciben un diagnóstico hasta que son adolescentes o adultas. Este retraso significa que hay personas con TEA que podrían no recibir la ayuda temprana que necesitan.
Los expertos en salud infantil y desarrollo sugieren que los padres estén atentos a ciertos hitos del desarrollo y signos de alerta que podrían indicar la posibilidad de autismo. Algunos de estos signos incluyen:
Dificultades en el lenguaje
Los niños con autismo pueden tener dificultades para entender el lenguaje o para usarlo de manera apropiada en contextos sociales. Pueden tener un vocabulario limitado o utilizar un lenguaje repetitivo y estereotipado.
Problemas de coordinación motora
Algunos niños con autismo pueden tener dificultades en el desarrollo de habilidades motoras, como correr, saltar o atrapar una pelota. También pueden parecer torpes o tener movimientos descoordinados.
Obsesiones o intereses intensos
Los niños con autismo a menudo desarrollan intereses muy específicos y absorbentes en ciertos temas, objetos o actividades. Pueden dedicar una cantidad significativa de tiempo y energía a estas obsesiones, a veces a expensas de otras actividades sociales o de desarrollo.
Dificultades en la comprensión de las emociones de los demás
Las personas que tienen autismo pueden tener dificultades para entender las emociones de los demás o para expresar sus propias emociones de manera apropiada. Esto puede resultar en dificultades en la construcción de relaciones sociales significativas.
La presencia de uno o varios de estos signos no necesariamente indica que un niño tenga autismo. Sin embargo, si observas una combinación de estos comportamientos persistentes y preocupantes en tu hijo, es recomendable buscar una evaluación profesional para obtener un diagnóstico adecuado.