Así como existe un poderoso limpiador que quita la humedad de tu pared casi al instante, también tienes que aprender a limpiar las manchas que aparecen en ellas, sobre todo si tus niños las rayan con crayola, cualquier crayón o distintos lapices. Es común ver casas con algunos dibujos en los muros, y aunque son inocentes travesuras, pueden arruinar nuestra decoración. Por este motivo, te enseñamos cómo quitarlas.
¿Cómo limpiar las paredes manchadas con crayola?
Aunque limpiar paredes puede ser una tarea un tanto difícil, sobre todo si es blanca o con algún diseño en colores claros, no es imposible. Todo se trata de paciencia, para no agrandar más la mancha de crayola, y pocos ingredientes que seguro tienes en casa.
Primero frota de manera suave un poco de pasta dental sobre los rayones de tu pared, y déjala actuar por algunos minutos. Retirala con un trapo húmedo, pero no empapado.
Otra forma es realizar una mezcla con bicarbonato y agua hasta formar una pasta. Coloca la mezcla sobre cada una de las manchas y con la ayuda de una esponja frota suavemente y déjala actuar unos minutos. Vuelve a repetir el paso de retirar con un trapo húmedo.
Ahora vas a necesitar la ayuda de un cepillo de dientes que no utilices o cualquiera que sea pequeño para no tocar lugares sin manchas. Debes humedecerlo con un poco de vinagre y frota con las cerdas hasta que desaparezca. Con la secadora de cabello a bien caliente verás como el aire caliente derrite la cera del crayón, cuando quede bien derretida, limpia con un trapo húmedo.
¿Por qué los niños manchan las paredes con crayola?
La mayoría de los niños pintan en las paredes con crayola movidos por su creatividad y curiosidad. Están explorando el mundo que les rodea y la pintura es un modo de potenciar su imaginación, comunicarse y expresar sus emociones. Además, les entretiene y les relaja.
Pero otros, conscientes de que está prohibido, intentan "arruinar" la pared como una manera de llamar tu atención. Tienes que tener en cuenta el verdadero origen por la que tu pequeño ha escogido esta superficie para pintar y, en función del caso, actuar en consecuencia.
Ver que los niños rayen los muros de la casa es súper común. Aunque muchos padres se preguntan cómo actuar, la realidad es que la decisión sobre si dejarlos o no depende mucho de la opinión personal de cada progenitor.
Entendemos que prefieren pintar las paredes porque para ellos es un lienzo de lo más apetecible: grande, accesible y por lo general en un tono liso que les llama a llenarlo de color. Permitirles expresarse libremente en este lugar entraña interesantes beneficios para ellos, pero tampoco debemos pasarnos de permisivos.