La cama es un lugar donde pasamos gran parte de nuestras vidas, hay de todos colores, tamaños y hasta puedes crear una a base de palets si quieres ahorrar dinero. Por ello, las energías pueden acumularse y estancarse.
Para asegurar un descanso reparador, es esencial no solo mantener una limpieza física, sino también realizar una limpieza energética. Este ritual, sencillo y efectivo, busca renovar la energía de tu cama y mejorar la calidad de tu sueño.
¿Cómo comenzar la limpieza energética de tu cama?
Antes de iniciar el ritual, debes asegurarte de que tu cama esté físicamente limpia. Esto incluye cambiar las sábanas, ventilar las almohadas y darle la vuelta al colchón. Abre las ventanas para que entre aire fresco, ya que esto es fundamental para que el espacio esté listo para recibir una purificación energética.
¿Qué cristales usar como herramientas de purificación para tu cama?
El primer paso del ritual consiste en colocar una amatista debajo de la almohada durante una semana completa. La amatista es conocida por sus propiedades calmantes y de limpieza energética. Después de siete días, reemplaza la amatista con una turmalina negra, un cristal que ayuda a absorber la energía negativa, por otra semana.
Para finalizar el ritual, enciende un incienso de tu preferencia y realiza una breve ceremonia en la que repites en voz alta: “Limpio completamente la energía de mi cama, que toda la mala energía se vaya y me permita encontrar la paz”. Este acto simboliza el cierre del proceso de limpieza, asegurando que la energía en tu espacio de descanso esté renovada y en armonía.
Este sencillo ritual, que combina la limpieza física con la energética, te ayudará a transformar tu cama en un verdadero santuario de paz y descanso. La constancia en su aplicación puede hacer una gran diferencia en la calidad de tu sueño y en tu bienestar general como la limpieza de sábanas y almohadas para que no tengan chinches.