La ansiedad es una emoción natural que todos experimentamos en algún momento de la vida, especialmente en situaciones de incertidumbre o desafío, como ocurre con la inevitable enfermedad a la que se exponen niños y adolescentes por estar en redes sociales.
Sin embargo, cuando esta sensación se convierte en un estado constante y abrumador, podría ser un indicio de un trastorno de ansiedad. Por eso es importante que conozcas estas siete señales que pueden ayudarte a identificar si estás sufriendo de ansiedad.
¿Cuáles son las señales que indican ansiedad?
Según la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones del Gobierno de México, una de las manifestaciones más comunes de la ansiedad es el nerviosismo persistente. Sentirse constantemente agitado o tenso, incluso en situaciones que no parecen justificar tales emociones, puede ser una señal de que la ansiedad está tomando un papel central en tu vida.
La ansiedad puede llevar a una preocupación desmedida sobre aspectos de la vida diaria, provocando un miedo constante a que algo malo suceda. Este temor puede llegar a ser tan intenso que impide realizar actividades normales, como salir de casa o hablar en público.
Físicamente, la CONASAMA también señala que la ansiedad puede manifestarse a través de síntomas como el aumento del ritmo cardíaco y la hiperventilación.
Estos episodios pueden surgir repentinamente, incluso sin una causa aparente, y suelen estar acompañados de una sensación de opresión en el pecho o dificultad para respirar.
La ansiedad también puede provocar reacciones físicas como sudoración excesiva y temblores. Estos síntomas, que en ocasiones se asocian con situaciones de estrés, pueden ocurrir de manera constante, lo que dificulta la realización de actividades cotidianas.
La fatiga es otra señal de que la ansiedad podría estar afectando tu bienestar, segúne el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Sentirse cansado o débil sin haber realizado esfuerzos físicos considerables puede ser un reflejo de la tensión mental y emocional que genera la ansiedad.
Las personas que sufren de ansiedad suelen tener problemas para concentrarse en tareas específicas. La mente tiende a divagar, enfocándose en preocupaciones constantes, lo que impide concentrarse en lo que realmente importa.
El insomnio es un síntoma común en personas con ansiedad. La incapacidad para conciliar el sueño o despertarse varias veces durante la noche puede estar directamente relacionada con pensamientos intrusivos y preocupaciones que no te dejan descansar.
¿Cómo se siente la ansiedad en el cuerpo?
La ansiedad puede manifestarse en el cuerpo de diversas maneras, y los síntomas pueden variar de una persona a otra. Según el National Institute of Mental Health, muchas personas sienten rigidez o dolor en los músculos, especialmente en el cuello, los hombros y la espalda.
El corazón puede latir más rápido de lo normal, lo que se conoce como taquicardia, y esto puede ir acompañado de una sensación de opresión en el pecho. También es común experimentar sudoración excesiva, incluso en situaciones que no lo justificarían, como estar en un lugar fresco.
La ansiedad puede causar malestar estomacal, náuseas, diarrea o estreñimiento. Además, algunas personas sienten que les falta el aire o que no pueden respirar profundamente.
¿Cuáles son los tipos de ansiedad más comunes?
La CDC aclara que la ansiedad no se manifiesta de una sola manera; existen diferentes trastornos que pueden afectar a las personas de manera variada. Uno de ellos es la agorafobia, un tipo de ansiedad que surge en situaciones o lugares donde la persona siente que no podrá escapar o recibir ayuda en caso de experimentar pánico.
Este miedo puede ser tan intenso que lleva a evitar por completo esos lugares o situaciones. Otro trastorno frecuente es el trastorno de ansiedad generalizada, donde la preocupación constante y desproporcionada sobre situaciones cotidianas se convierte en una carga emocional difícil de manejar, afectando significativamente la vida diaria.
También existe el trastorno de pánico, que se caracteriza por ataques repentinos de miedo intenso que pueden durar solo unos minutos pero dejan una sensación de agotamiento y preocupación constante por futuros episodios.
En los niños, el mutismo selectivo se manifiesta cuando son incapaces de hablar en ciertos contextos, como en la escuela, a pesar de poder hacerlo en otros lugares, como en casa. Este comportamiento puede tener un impacto notable en su desarrollo social y académico.
El trastorno de ansiedad social, por su parte, implica un temor abrumador a ser juzgado o rechazado en situaciones sociales, lo que lleva a evitar interacciones que, para otros, son cotidianas.
Por último, están las fobias específicas, donde el miedo está ligado a objetos o situaciones concretas, y el trastorno de ansiedad inducido por sustancias, que aparece como resultado directo del consumo o abstinencia de drogas. En todos estos casos, la ansiedad se convierte en un obstáculo que impide llevar una vida plena.
Algunos técnicas que suelen ayudar en estos momentos son la desintoxicación de las pantallas y del estrés, si terminas el día agotado
¿Cuándo es necesario consultar a un médico por ansiedad?
De acuerdo con Mayo Clinic, reconocer que la ansiedad está interfiriendo con tu vida es el primer paso para buscar ayuda profesional. Si sientes que las preocupaciones te abruman hasta el punto de afectar tu desempeño en el trabajo, tus relaciones o tu bienestar general, es fundamental que consultes a un médico.
Cuando el miedo o la ansiedad resultan imposibles de controlar y causan un malestar que te acompaña día a día, es una señal clara de que algo no está bien.
Si además notas que la ansiedad está acompañada de otros problemas, como depresión, consumo de sustancias o pensamientos suicidas, no debes esperar para buscar ayuda.
Estos síntomas son graves y requieren atención médica urgente. Incluso si sospechas que tu ansiedad podría estar relacionada con un problema de salud física, es preferible que un profesional evalúe tu situación.