Lego ha logrado mantenerse en el corazón de millones de personas durante más de siete décadas, y no solo por ser un juguete divertido, al igual que sucedió con Barbie a pesar del oscuro secreto de su inspiración original.
Detrás de sus coloridos ladrillos se esconde un secreto que ha sido clave en su longevidad: el aprendizaje a través del juego. Desde su creación en Dinamarca, en 1932, la empresa siempre ha tenido una visión más profunda de lo que sus productos podían ofrecer.
¿Cuál es el secreto de los ladrillos Lego para mantenerse vigentes?
Uno de los grandes aciertos de Lego ha sido entender que el juego es una de las formas más poderosas de aprender. En 1986, la empresa creó la Fundación Lego, la cual ha trabajado en conjunto con expertos de todo el mundo para investigar cómo los niños aprenden mejor cuando juegan.
Según esta teoría, el aprendizaje no se trata solo de memorizar información, sino de experimentar, crear y reflexionar. El modelo de "aprender a través del juego" se divide en tres fases: conexión, exploración y transformación.
Lo que comenzó como simples bloques de plástico, ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta de desarrollo integral para niños y adultos, trascendiendo su propósito inicial. A través de estas fases, los niños no solo desarrollan sus capacidades cognitivas, sino también emocionales, sociales y creativas.
¿Qué papel ha jugado la Casa Lego en el aprendizaje a través del juevo?
Para llevar esta filosofía a un nivel más tangible, Kyeld Kirk Kristiansen, nieto del fundador de Lego, decidió crear la Casa Lego en Billund, Dinamarca. Este espacio no es un simple museo, sino un lugar donde se materializa el concepto de aprendizaje lúdico.
En la Casa Lego, los visitantes pueden experimentar de primera mano cómo los ladrillos son mucho más que juguetes. Kristiansen estuvo profundamente involucrado en cada detalle de su creación, ya que considera que este espacio es parte de su legado.
¿Por qué el juego es una herramienta para aprender?
El juego con los ladrillos Lego fomenta cinco capacidades clave: social, creativa, cognitiva, emocional y física. Mientras los niños construyen, están aprendiendo a resolver problemas, a comunicar sus ideas y a colaborar con otros.
En este proceso, la experiencia de aprendizaje sigue las tres fases mencionadas: primero se conectan emocionalmente con el proyecto, luego exploran diferentes formas de resolverlo, y finalmente transforman lo aprendido en conocimiento práctico.
Desde Lego señalan que este ciclo, basado en el juego, permite que los niños internalicen lo que aprenden de manera más efectiva y significativa.
¿Qué diferencia a Lego de otros juguetes?
Lo que distingue a Lego de otros juguetes es su capacidad para evolucionar sin perder su esencia. A lo largo de los años, la empresa ha sabido adaptarse a los cambios tecnológicos y a las nuevas tendencias, pero siempre ha mantenido su compromiso con el desarrollo de habilidades a través del juego.
Los productos de Lego han pasado de ser simples bloques a incluir robots programables y plataformas digitales, pero el principio básico sigue siendo el mismo: aprender jugando.
Además, Lego ha ampliado su impacto social a través de programas educativos que buscan empoderar a los niños en todo el mundo. A través de la Fundación Lego, la empresa busca fomentar la creatividad y el pensamiento crítico en niños de todo el mundo.
En caso de que no puedas pagar por estos Legos, es posible crear hermosos juguetes para tus hijos reutilizando ropa vieja.