Por culpa de los horarios apretas, a pesar de vivir en una era de comunicación instantánea y herramientas digitales que deberían facilitar la vida, lograr coordinar una reunión con amigos sigue siendo un verdadero desafío, a pesar de los beneficios que reporta tener amistades incluso en el trabajo.
Seguramente te ha pasado: después de cientos de mensajes, aún no logran ponerse de acuerdo. Pero, ¿sabías que esto tiene una explicación matemática?
¿Por qué es tan difícil tener una reunión con todos tus amigos?
Investigadores de la Universidad Case Western Reserve han demostrado que este simple problema de organización es, en realidad, un reto matemático de gran magnitud.
El estudio revela que la dificultad de encontrar un horario común no es un simple inconveniente de disponibilidad, sino un problema que aumenta exponencialmente con el número de participantes.
Cada vez que alguien descarta una franja horaria, las opciones viables se reducen. Y lo sorprendente es que, mientras más personas intenten coordinarse, la probabilidad de éxito cae drásticamente. Es decir, coordinar a tres amigos puede no ser tan complicado, pero con cinco o más, la cosa se complica de manera exponencial.
¿Por qué organizar reuniones es similar a un fenómeno físico?
Este comportamiento de "caída drástica" en las probabilidades de éxito es similar a un fenómeno físico conocido como "transición de fase".
Es el mismo principio que rige cuando el agua pasa de estado sólido a líquido: en un punto crítico, las condiciones cambian bruscamente. En el caso de las reuniones, este "punto de transición" ocurre cuando el número de participantes alcanza un nivel en el que encontrar un horario común es casi imposible.
¿Cómo reunirte con todos tus amigos coordinando de manera más sencilla?
Aunque el estudio explica por qué es tan difícil coordinar una reunión, la solución no es tan sencilla como parece. Una opción sería ampliar el número de horarios disponibles, pero en la práctica eso es muy difícil, ya que todos tienen compromisos previos.
Sin embargo, entender que esto no es un simple problema organizativo, sino uno basado en probabilidades matemáticas, puede ayudarnos a tener expectativas más realistas y evitar la frustración.
Este tipo de análisis no solo aplica para reuniones sociales. Los investigadores sugieren que el mismo enfoque matemático puede utilizarse para entender cualquier situación en la que se busca consenso entre múltiples personas, desde decisiones laborales hasta acuerdos internacionales.
La dificultad de llegar a un acuerdo sigue las mismas reglas que la programación de reuniones. Es decir, si no se pueden achicar las variables (menos amigos), se debe respetar las reglas que se ponga para cada encuentro.
Así, la mejor solución es decir qué excusas no son válidas o establecer que rendirse no es una opción y elegir la primera fecha en la que todos coincidan, por más que parezca lejana en el tiempo.
Es que lo que estás enfrentando no es solo la apretada agenda de tus amigos, sino un problema matemático que se complica con cada nueva variable. Si a alguno lo domina la ansiedad por el encuentro, siempre puede aplicar esta terapia para tranquilizarse en apenas 45 minutos.