Quentin Tarantino (59) es considerado uno de los directores de cine con más experiencia y muy reconocido en el universo de la pantalla grande. A la altura de Steven Spielberg, desde muy pequeño Quentin se enamoró del cine, pero sin embargo él afirmó en varias ocasiones que nunca estudió nada relacionado con el séptimo arte.
Todo su pasado y actualidad en el mundo del cine en el cual el director, actor y escritor se desenvuelve con una gran facilicidad, se debe un motivo. Cuando era tan solo un niño, acompañaba a su madre al cine de su ciudad natal Knoxville en Tennessee. De hecho, durante su adolescencia, Quentin Tarantino trabajó en un video club denominado “Video Archives”, en Manhattan Beach, donde siguió nutriendo su amor y pasión por el cine.
Por todo lo dicho sobre Quentin Tarantino se puede concluir que este genio y apasionado del cine, desborda en vocación más que en horas de estudio y tecnicismos. Quentin sin duda como cualquier aficionado amateur que se encuentra iniciándose en cinematografía, ha visto durante toda su vida un sinfín de películas que han entrenado su ojo a la perfección.
Pero a partir de una entrevista brindada en uno de los programas más vistos de la televisión estadounidense, el director deslumbró a todos con un dato muy llamativo. Quentin Tarantino fue al programa “Jimmy Kimmel Live!” para promocionar su nuevo libro “Cinema Speculation”, conversar acerca de su vida privada y contar anécdotas que nunca había mencionado antes. Una de las tantas preguntas que el presentador del espectáculo, Jimmy Kimmel (57), decidió hacerle a Quentin fue acerca de aquellas películas clásicas que fueron muy aclamadas por la crítica y conocidas por el público, intentando averiguar si Quentin las había visto o no.
La película jamás vista por Quentin Tarantino
Sin embargo, el público presente y el propio Jimmy, se llevaron una gran sorpresa cuando Quentin Tarantino confesó que nunca vio la película “The Sound of Music”. Automáticamente después de su declaración, las personas presentes en el lugar manifestaron su sorpresa con unos segundos de gritos.
Una vez descomprimida esa situación, el conductor del programa le preguntó a Quentin Tarantino cuáles eran sus películas perfectas en base a lo que él considera como muy bien logradas en el mundo del cine. Tarantino mencionó "The Texas Chain Saw Massacre" (1974) , y más tarde sumó a "Tiburón" (1975), "El Exorcista" (1973), "Annie Hall" (1977), "El joven Frankenstein" (1974) y "Volver al futuro" (1985). También le gustó "La pandilla salvaje" (1969).