Barry Keoghan es uno de los actores más prometedores de Hollywood. Con 30 años, acaba de conseguir su primera nominación a los Premios Oscar 2023 como Mejor Actor de Reparto por su trabajo en Los espíritus de la isla, el último filme de Martin McDonagh protagonizado por Colin Farrell y Brendan Gleeson. Sin embargo, la carrera del actor no ha sido fácil. Keoghan ha tenido que hacer frente a varias adversidades, especialmente durante su infancia, la cual estuvo marcada por la tragedia.
Keoghan nació en Dublin, Irlanda en 1992. Su madre tenía apenas 18 años cuando él nació y luchó contra una adicción a las drogas, especialmente a la heroína. Debido a esto, tanto Barry como su hermano menor Eric, tuvieron que ser separados de su madre a muy corta edad y pasar a vivir en casas de acogida. Durante una entrevista, el actor reveló que vivió en un total de 13 hogares diferentes.
La tragedia golpeó a la familia cuando el actor tenía 12 años. Su madre falleció debido a una sobredosis a la corta edad de 30 años. Tras este incidente, Barry Keoghan y su hermano continuaron de casa en casa hasta que finalmente su abuela, tía y hermana mayor lograron obtener los papeles para poder hacerse cargo de ellos. El actor ha dicho en varias ocasiones que la muerte de su madre lo estimuló a intentar salir adelante y vivir una vida mejor.
¿Cómo salió adelante Barry Keoghan?
A pesar de estas dificultades, Keoghan no perdió su interés en la actuación y el cine. Durante su pre-adolescencia, comenzó a desarrollar un interés en la actuación y las películas cuando se escabullía con sus amigos al cine. En 2011, con 18 años, obtuvo su primer papel como actor en una película y en 2017, le llegaron dos papeles que le abrieron las puertas de Hollywood.
Se trata de Dunkerque y El sacrificio de un ciervo sagrado. Desde entonces, no ha parado de formar parte de películas que le han permitido demostrar su versatilidad y rango actoral. Su trabajo más reciente fue Los espíritus de la isla, por el cual Keoghan obtuvo la nominación a los Premios Oscar 2023.